Tetelcingo:
la dignidad recuperada
Ernesto Cera Tecla
El jueves de este mes (9-11-2017), Tetelcingo recuperó
parte de su dignidad histórica. Durante
la tarde, la LIII legislatura del Estado de Morelos erigió en municipio indígena
al pueblo de Tetelcingo. Por fin, los tetelcingas (o mosiehualtes) recuperaron,
por la vía oficial, una parte importante de su dignidad histórica. Una deuda
pendiente de más de cuatrocientos años. En suma, Tetelcingo ha pasado de objeto
a sujeto jurídico, es decir, de objeto de “interés público” a sujeto de derecho
público frente a la sociedad y a los gobiernos.
¡En hora buena!
En el siglo XVI, Tetelcingo fue instituida en
República de indios por la Corona española. En 1573, el Rey de España, Felipe II,
otorgó las Ordenanzas sobre
Descubrimientos, Poblaciones y Purificación de las Indias para evitar
problemas entre conquistadores por razones de propiedad. Entre otros, exigió
que al fundar una población debían respetarse la propiedad de los indígenas. La
desobediencia se pagaba con pena de muerte. Desde entonces, el derecho indiano instituyó
al pueblo de Tetelcingo en República de indios,
es decir, en una comunidad con gobierno autónomo. Sin duda, las República de
indios o Repúblicas de españoles, eran instituciones municipales con sus respectivos
Ayuntamientos. En suma, en la época colonial, Tetelcingo fue, desde el derecho
indiano, municipio de indios.
Tetelcingo, como sujeto de derecho, cayó en el
ostracismo en la Primera, Segunda y Tercera República del “México independiente”.
La comunidad de Tetelcingo, junto con su territorio, fue fraccionado y sujetado
al Municipio de Cuautla, Morelos. Los gobiernos centralistas y federalistas, liberales
y conservadores, la familia revolucionara y al final, los tecnócratas y neoliberales,
negaron sistemáticamente los derechos fundamentales de los pueblos indígenas. El
ostracismo perduró hasta el 2001, cuando la reforma constitucional en materia
indígena, reconoció constitucionalmente los derechos de los pueblos indios, cuando
se suplanto la visión monocultural, por la visión pluricultural de la sociedad
mexicana. En definitiva, Tetelcingo tiene más que justificado su nuevo estatus
jurídico: su salida del ostracismo.
La municipalización de Tetelcingo es resultado del
oficio político de los indios y del poder ejecutivo y el poder legislativo de
la entidad. En 2014, el gobernador actual del estado de Morelos, Graco Ramírez
Garrido envió, al Poder legislativo, una iniciativa de reforma a la
Constitución local para la creación de cuatro municipios indígenas: Hueyapan,
Coatetelco, Xoxocotla y Tetelcingo. Después de varios cabildeos, el 09 de noviembre
de 2017, el Poder legislativo aprobó por unanimidad la creación de los cuatro
municipios indígenas, entre ellos, Tetelcingo. Los indios por su parte,
acompañaron el proceso con inteligencia y estrategia política. En resumen,
Tetelcingo logra la municipalización, gracias
a la resistencia y al oficio político de sus líderes, pero también, por
la cooperación del Poder ejecutivo y legislativo de la entidad.
En general, los indios mosiehualte recuperaron parte
de su dignidad histórica, este hecho es un paso altamente importante, pero no
todo. Falta por pasar los obstáculos que
los poderes formales y fácticos de la ciudad de Cuautla interpongan en adelante. Sobre todo, las
trampas que derivan de la ideología
racista que se empecinan en mantener las relaciones de colonialismo interno en
la región, como la que ha anunciado Raúl, Tadeo Nava, presidente Municipal de
la Ciudad: la de promover una Controversia constitucional. Asimismo resta mostrar a la comunidad indígena, como a la
sociedad en general, que los indios saben
gobernarse, es decir, que saben mandar obedeciendo. En consecuencia, la
municipalización de Tetelcingo dignifica la vida individual y colectiva de los
mosiehualte. Está amaneciendo.
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