Inferencia comunicativa en la interacción verbal asimétrica
Ernesto Cera Tecla
Introducción
Los procesos de decodificación lingüística están basados
en formas culturales compartidas. Las formas culturales y el conocimiento de la
lengua permiten a los hablantes inferir significados. La inferencia de
significados en las prácticas comunicativas, nos dice que muchas formas
discursivas están basadas en significaciones no convencionales (inferencias). Así
mismo, las inferencias comunicativas están determinadas por las relaciones asimétricas de los participantes en los eventos
de habla.
La naturaleza
del lenguaje está vinculada al marco filosófico presupuesto. Si partimos de la
perspectiva cartesiana, la naturaleza del lenguaje es individual, es decir, está
vinculada al pensamiento pasivo en la
adquisición del conocimiento y al criterio de conocimiento interno. Al contrario,
si partimos de la filosofía de Hegel, la naturaleza del lenguaje es social y
está ligada al pensamiento dinámico en la adquisición del conocimiento y al
criterio de conocimiento externo. En fin, la naturaleza del lenguaje está
condicionada por el marco filosófico que la fundamente: individual (cartesiano)
o social (hegeliano).
Lingüística formal[1] |
Lingüística funcional |
1. La función primaria
del lenguaje es la expresión. |
1. La función primaria
del lenguaje es la comunicación. |
2. Los enunciados se
interpretan al margen de los contextos en que son usados. |
2. Los enunciados se
interpretan a partir de los contextos en que son usados. |
3. La adquisición del
lenguaje es innata. |
3. La adquisición
del lenguaje es social. |
4. Lo que importa es la estructura de la lengua. |
4. Lo que importa es la
estructura del habla. |
La comunicación
El lenguaje es de naturaleza social y su función esencial es la comunicación. La comunicación consiste en el uso cotidiano de la lengua oral y escrita. En la práctica conversacional, la comunicación es esencialmente dialógica, requiere mínimamente dos o más participantes. Aún más, Jakobson propone considerar los siguientes elementos de la comunicación:
Hablante A:
Persona que envía un mensaje.
Oyente B:
Persona que decodifica el mensaje.
Contacto o canal:
Medio por el que se trasmiten los mensajes (escritura u ondas sonoras).
Mensaje: Idea
o pensamiento comunicado en el acto de habla.
Contexto:
Datos de la realidad externa por el que el mensaje se hace comprensible.
Código:
Sistema de signos usado para elaborar los actos de habla.
Hasta aquí hemos señalado seis factores que posibilitan la comunicación dialógica:[4]
Hablante
(destinatario, emisor, codificador, remitente, poeta, autor, narrador).
Oyente
(decodificador, receptor, destinatario, lector, intérprete).
Código
(sistema de signos lingüísticos, lengua).
Mensaje (idea,
pensamiento, discurso dado, texto).
Contexto
(referente: mundo de objetos y relaciones o mundo objetivo)
Contacto (Conexión
entre hablante y oyente mediante la escritura u oralidad).
Cada uno de los seis factores corresponde una función comunicativa:
Función
Emotiva (Expresiva)
Función
Conativa (Apelativa)
Función
Metalingüística (Lengua-lengua)
Función
Poética (Estética)
Función
Referencial (Informativa, expositiva, cognoscitiva, denotativa)
Función Fática (Interconexión).
Ejemplos de las funciones comunicativas
a). Hablante y
función emotiva
La función emotiva o expresiva se centra en la expresión directa de la actitud del hablante. Informa el estado de ánimo del emisor. Tiende a producir una impresión de cierta emoción verdadera o fingida. El hablante se sirve de unos rasgos expresivos para patentizar su admiración, alegría, cólera o su actitud irónica. Ejemplo:
[1]
-Tengo frío.
-Te amo.
-La noche está estrellada...
b). Oyente y función conativa
La orientación
hacia el destinatario o función conativa, tiene relación con la segunda persona
y halla su más pura expresión en el imperativo. El hablante quiere conseguir
algo del oyente: influirlo, aconsejarlo… Ejemplo:
[2]
-¡Vete!
-¿Me prestas
tu libro?, entre otros.
c). Canal y
función fática
Hay mensajes
que sirven sobre todo para establecer, interrumpir, continuar o finalizar la
comunicación, sirve para cerciorarse de
que el canal de comunicación funciona.
En una llamada
telefónica:
[3]
A.- ¡Bueno..!
B.- ¡Bueno…!
A.- ¿Me
escuchas?
B.- Sí, si no ya te hubiera colgado.
d) Mensaje y
función poética
La orientación hacia el mensaje es la función
poética del lenguaje. Ésta se centra en la forma del mensaje. La función poética
no es la única función del arte verbal (poesía clásica), sino sólo su función dominante. Esta función
también está presente en el uso cotidiano del lenguaje:
[4]
A.- “¿Por qué
dice usted siempre Ana y María, pero nunca María y Ana? ¿Prefiere usted a Ana
sobre su hermana?
B.- Nada de eso, simplemente suena mejor-.”[5]
Ahora, veamos algunos versos recogidos en un grupo de quinto grado de primaria de la Presa Tulpetlac, estado de México:
[5]
En el puente
se me cayó el reboso, pensabas que te quería estúpido baboso. |
Agua de
piña, agua de arroz chinga tu
madre si andas con dos. |
No eres una
rosa, no eres un clavel, eres una mierda embarrada en un papel. |
Chile piquín,
chile vinagre si no me quieres, chinga tu madre. |
No lloro por
un amigo, no lloro por un conejo, lloro por un pinche pendejo. |
Que estarás
haciendo con ese conejo le estarás hablando de mí o te estarás haciendo
pendejo. |
e) Contexto y
función referencial
La función
orientada hacia la tercera persona o función referencial. Establece la relación
entre el hablante y el mundo. Puede ilustrarse con los siguientes ejemplos:
[6]
3.1. La tarde
está lluviosa.
3.2. El
huracán Manuel causó estragos en Acapulco.
3.3. El hombre
es animal racional.
f). Código y
función metalingüística
En la función
metalingüística el lenguaje habla del lenguaje mismo. Cuando el hablante y el
oyente quieren confirmar que están
usando el mismo código, el discurso se centra en el código:
[7]
-“Se la cargó.
-¿Qué significa
cargársela?
-Ah, es un
dicho nuevo. Cargarse a uno significa matarlo.
a. Cantidad.
- “Que su
contribución contenga tanta información como sea preciso”.
- “Que su contribución
no contenga más información de lo que sea preciso”.
b. Cualidad.
- “Que su
contribución sea verídica”, “No afirme lo que Usted cree que es falso”, ni
“aquello para lo que le faltan pruebas”.
c. Relación.
-“Hable a
propósito”: que su contribución sea pertinente.
d. Modo.
-“Hable
claro”: evite la ambigüedad, el desorden.
La máxima conversacional presupone una serie de reglas del juego creadas por los hablantes para condicionar la conversación y lograr una comunicación eficaz. De aquí que la implicatura sea resultado de una interpretación de la enunciación del hablante: del significado literal de las palabras y de los elementos contextuales y culturales compartidos. Una implicatura conversacional es un significado distinto al convencional que el hablante intenta trasmitir.
A. Todos los hombres son mortales.
B. Sócrates es hombre. Por tanto,
C. Sócrates es
mortal.[7]
A. Todos los
hombres se sonrojan”
B. “Algunos
hombres se sonrojan”
A. “Todos los
mexicanos son obradoristas”
B. “Algunos
mexicanos son obradoristas”
Veamos ahora una práctica comunicativa cotidiana.
Después de
hacer fila frente a la taquilla del Metro, el usuario dice:
A. ¡Cinco!
B. (...)
A. Gracias
A. (Buenos
días..., me da) ¡cinco! (boletos del Metro.)
B. (Sí, ¿Cómo
no?) [...] (Aquí tiene.)
A. Gracias
El ejemplo [3] muestra que la implicación lógica dista mucho de la lógica comunicativa, más precisamente de la implicatura. La implicatura en la comunicación es la relación lógica no formal. Veamos otra práctica comunicativa.
A. Llega
impacientemente frente a la puerta (entre-abierta) de la casa de B.
A. ¡Apúrate te estoy esperando!
B. Ya nos
vamos.
La respuesta de B no tiene relación con lo que enuncia A. La no correspondencia estructural de la enunciación entre A y B es lo que concierne a la implicatura conversacional. En la interacción, A tiene una intención comunicativa para B, quiere decirle: (acordamos en ir a comer) “¡Apúrate te estoy esperando!” (Se nos hace tarde). B, entiende la intención de A: (Tienes razón, ya se me había olvidado, pero) “Ya nos vamos”. El ejemplo muestra un significado literal: “Apúrale te estoy esperando”. Por otro, un significado no literal o intencional: (Acordamos en ir a comer) (Se nos hace tarde). El significado no literal es resultado del proceso de inferencia que realiza B a partir del significado literal de la enunciación. La implicatura en la comunicación requiere de elementos ligados a la forma cultural y al contexto de uso.
El evento
comunicativo sucede en una escuela primaria de Ecatepec, edo. de México, participa una madre de familia mixteca y el
maestro de grupo mestizo. El día lunes, la madre conduce a su hijo al salón de
clase. Ese día, la madre le dijo al
maestro:
A. “Maestro,
niño estudiar, pegar”
B. “Está bien
señora, no se preocupe”
El ejemplo muestra claramente la cooperación de B y por eso la comunicación se realiza eficazmente. La cooperación de B consiste en llevar a cabo el proceso de inferencia de lo que A tiene intención de comunicar. Participar en el proceso de inferencia significa que A y B cooperen con los presupuestos culturales compartidos. B no hubiese inferido la enunciación de A si no supone que es una persona hablante de lengua indígena y español y que su condición de hablante bilingüe implicaba la puesta en marcha de una estrategia discursiva. A pesar de los obstáculos convencionales, el ejemplo muestra que ambos compartían conocimientos de una cultura escolar.
Ejemplo [5] [8]
¿Vas a la
fiesta?
Va a llover
mucho.
¿Vas a la
fiesta?
Estoy
comprometido.
En [5], las palabras de B responden la pregunta de A (satisface la máxima de pertinencia). La respuesta de B tiene algo que ver con su intención de asistir o no a la fiesta. Se infiere que la posibilidad de lluvia significa que B no piensa ir a la fiesta. Depende también de lo que se sabe de la fiesta y en Zinacantan un impedimento principal a una fiesta alegre es el lodo producido por la lluvia. La información del contexto cultural contribuye de manera importante para el proceso de inferencia conversacional. Así sucede también en el ejemplo [6], si entendemos la palabra compromiso como una responsabilidad social con una persona cercana. La respuesta de B en [6] implica, en el contexto cultural y conversacional, que sí va a ir a la fiesta.
El evento de
habla trata de una conversación entre dos jóvenes estudiantes en un café
universitario.[9]
A le está plateando a B acerca de un viaje que había hecho a Carolina del Norte
durante las vacaciones. El diálogo comienza en forma repentina:
A. Como venía diciendo, cuando estuve en Carolina del Norte, como venía diciendo, ya sabes, como, Dios mío! No hay ni una cafetería...
B. ¿Te sentías un
tanto pérdida?
A. ¡Me sentía así, como Dios! No hay nada qué hacer! Y no es que quisiéramos hacer algo, simplemente estábamos...
En el evento de habla nos damos cuenta que A no proporciona una idea clara sobre qué es lo que quiere decir. Lo sabemos hasta que B toma su turno y responde a A. Lo que ella está diciendo en el primer turno es que: “no hay nada que hacer para nosotras en Carolina del Norte y que estábamos aburridas”. Lo significativo de este evento es lo que se entiende con una cantidad mínima de información y no lo que se dice literalmente. La explicación de la comprensión del significado no convencional tiene que ver con el hecho de que ambas estudiantes estaban compartiendo la naturaleza de la interacción. Tenían la misma representación mental o forma cultural de lo que estaba sucediendo. Esta clase de interacción del discurso cotidiano es una plática casual, representativa de una cultura americana estudiantil.
El evento de habla nos da información sobre las diferencias y presupuestos culturales de un pequeño grupo que comparte estrategias discursivas. Nos dice también que la sociedad está conformada por pequeños grupos comunicativos, grupos cara a cara, delimitados por estrategias discursivas compartidas. El compartimiento de estrategias es posible porque los interactantes comparten ambientes grupales similares. En caso contrario, los hablantes pueden generar problemas de comprensión o malentendidos culturales.
La
incomprensión comunicativa conduce muchas veces a un problema social, cuando el conflicto no se resuelve desde el
carácter lingüístico de lo que se habla, sino desde los estereotipos
interétnicos y visualizan los problemas de la interacción como un reflejo de un
conocimiento imperfecto: teniendo como argumento una ideología lingüística
dominante. Esta es la forma como opera la hegemonía lingüística o la dominación
simbólica: el cuestionamiento del comportamiento comunicativo del otro en
términos de una ideología lingüística dominante.
El evento de
habla sucede en una familia nahua. El intercambio verbal se hizo el mismo día que en Estado Unidos
sentenciaron a pena de muerte a un mexicano. La noticia se había difundido por
los medios masivos de comunicación. El hablante bilingüe -náhuatl-español- A
se dirige a su par étnico B. En el mismo momento, tres personas
mestizas (C) entran a la casa.
B. Sí escuché
las noticias que un mexicano mató a un gringo y por eso lo mataron.
C. ¿Qué dijo?
No entiendo lo que quiere decir. ¡Está mal dicho! -Dijo C a D-
La actitud lingüística de C es un reflejo de la dominación simbólica o hegemonía lingüística. La no cooperación y la formulación de un juicio de rechazo con base a estereotipos étnicos, nos dicen que los hablantes ponen un marcha una ideología lingüística dominante. ¿Por qué decimos que el juicio tiene como base estereotipos étnicos? Porque las intenciones comunicativas de los hablantes son comprensibles con una mínima información y porque la estructura conversacional no tiene un orden lógico, sino más una instancia que lleva a cabo procesos de inferencia a partir de ciertas formas culturales.
En conclusión, los procesos de inferencia en la interacción verbal de la vida cotidiana tienen como base el contexto cultural y las relaciones asimétricas de los interactantes. El acto verbal (o acto de habla) basado en inferencias comunicativas nos habla de un conflicto lingüístico entre interlocutores o de una relación asimétrica entre participantes.
Bibliografía
BOURDIEU,
Pierre y Loïc J. D. Wacquant. Respuestas por una antropología reflexiva, Grijalbo,
México, 1995.
CARON, Jean. Las
regulaciones del discurso, Gredos,
Madrid ,1983.
GRAMSCI,
Antonio. Los intelectuales y la organización de la cultura, JP, México 1975.
GUMPERZ, John.
El significado de la diversidad lingüística y cultural en un contexto
post-moderno, en: MUÑOZ, Héctor. El
significado de la diversidad lingüística y cultural, UAM-I/INAH, México, 1996.
HAVILAND,
John. Las máximas mínimas de la conversación natural en Zinacantan, en: Anales
de antropología, UNAM, México, 19982.
[1]
Cfr. FIGUEROA, Esther. “Sociolingüístic metatheory”, Pergamon,
London, Press, 1984. P. 22.
[2] Cfr. CHOMSKY, Noam. La linguistique cartesienne, Édition du Seuil, Paris, 1969. Cfr. POSIN, Alicia. Le langage est-il seulement l’essence del homme ? Recuperado el 05 de enero de 2022 de https://bit.ly/2zEVr6j Cfr. LUDWING, Pascal. Le langage, Flammarion, Paris 1997.
[3]
JAKOBSON, Roman. El marco del lenguaje, FCE, México, 1996. Pp. 81-91.
[4] JAKOBSON,
Roman. Arte
verbal, signo verbal, tiempo verbal, FCE, México, 1992. Pp. 1995-224.
[5]Ibidem.
[6] Cfr. CARON, Jean. Las
regulaciones del discurso, Gredos,
Madrid 1983.
[7] Cfr. AUSTIN, John L. Cómo
hacer cosas con palabras, Paidós, Argentina 1971. Pp. 217
[8] HAVILAND, John. Las máximas mínimas de la conversación
natural en Zinacantan, en: Anales de antropología, UNAM, México 1982.
[9] Retomado de: GUMPERZ,
John. El significado de la diversidad
lingüística y cultural en un contexto post-moderno, en: MUÑOZ, Héctor. El significado de la
diversidad lingüística y cultural, UAM-/INAH, éxico 1996.
[10] Cfr.
BOURDIEU, Pierre y Loïc J. D. Wacquant. Respuestas por una antropología
reflexiva,
Grijalbo, México 1995.
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