viernes, 2 de julio de 2021

 

El ramo

Ernesto Cera Tecla

 

Abrió la puerta del departamento y  puso el ramo sobre la mesa, porque el joven de  media noche se lo había dado todo desarreglado.  No podía pedir más y mucho menos a esa hora y en ese lugar.  Era tarde pero aún así se dio tiempo para recortarles  el tallo, quitarles algunas hojas desoladas y darles vida propia con un suspiro.

 

Y sí, las rosas representaban el amor intenso que sentía por ella. “Esas rosas unen nuestros corazones”, pensó. A pesar de verla dormida quiso gritarle que la amaba porque amaba el ramo de rosas que la aguardaban en el florero.

 

Se sentó en el sofá y puso su mirada taciturna en la rosa más roja.  Al cerrar la puerta de su recámara escuchó unos pasos. Los pasos llegaron a la sala y luego a la cocina. Desde el otro lado de la puerta, vio a aquella mujer que deponía la tapa del cesto de basura.  Él no dijo nada, ella guardó silencio.

 

Al día siguiente, cada quien se fue a trabajar. 


e-mail: ceraernesto@gmail.com

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio