Los mosiehualte de Tetelcingo (Morelos)
en la historia regional
(Parte
I)
Ernesto Cera Tecla[1]
Los
mosiehuale son descendientes de Tlalocelotl (Jaguar de tierra). Tlalocelotl fue el primer tahtle
(jefe) que pobló las tierras de Tetelcingo[2]
(Morelos) en la época prehispánica. Gutiérrez de Lievana escribió en el siglo
XVI: “La estancia Tetelcingo, que es la
sétima de esta villa, tiene por la parte del Oriente un poco el medio
día. Esta una legua de esta villa (Huaxtepec): dicen averse llamado asi, porque
el que pobló la dicha estancia, se llamaba Tlalocelotl y traia por ydolo una
figura de mujer que le llamaban ixpuchit y porque tienen un cerrillo alli junto
del pueblo [Topistlan], le llamaron Tetelcingo, que es tanto como montón de
tierra... y las lenguas que al presente se hablan dicen que le llaman
mexicana aunque es algo tosca y difieren en algunos vocablos pero en lo general
es mexicana”.[3] El origen étnico del jefe tlalocelotl y sus descendientes
-dice Florencia Muller- era de filiación tlahuica, porque “los Tlahuicas, según Tezozomoc, llegaron mucho después del
arribo de los xochimilcas, y penetraron al valle de Morelos un poco antes que
los mexicas. Además, según Durán,
Tepoztlán ya era de filiación Xochimilca a la llegada de los Tlahuicas.”[4] De manera que “...el Estado de Morelos
comprendía en el siglo XVI pueblos de filiación tlahuica y xochimilca, que en
la matricula de tributos formaban las dos provincias de Cuauhnahuac y Huaxtepec.
La segunda incluía señoríos distintos... había en ellas estancias de los tres
señores de Tenochtitlan, Tezcoco y Tlacopan. “[5]
Así
mismo, los documentos: “Matrícula de tributos”, “Testimonios... por Hernán
Cortés” y “Descripción de Guastepeque” del
siglo XVI, registran a Tetelcingo como estancia
del pueblo de Xuchimilcatsincu, pueblo
recabador de tributos de los grupos étnicos, xuchimilca y tlahuica, asentados en la comarca del señorío de
Huaxtepec. El tributo recogido por Huaxtepec se debía a su sujeción política al
gobierno confederado de
Tenochtitlan-Tlacopan-Texcoco. La estancia o barrio de Tetelcingo, refería hasta antes de la invasión española
al tlaxilacalli, “lugar de residencia
que podía tener habitantes de diferente origen étnico.”[6]
De
manera general, Tetelcingo puede interpretarse en dos momentos, cada uno con
sus distintas fases: por un lado, antes de la resistencia india en
Tenochtitlan-Tlacopan-Texcoco (1519), y la otra, posterior a la destrucción de
Tenochtitlan, Huaxtepec y Xuchimilcatsincu (1529). En el primer periodo, antes
de la resistencia india en Tenochtitlan, Tetelcingo estaba habitado por los
hombres jaguares de tierra de
filiación tlahuica, quienes arribaron -bajo el mando del señor Tlalocelotl- a las tierras de Tetelcingo. “Estos tlahuicas son los que están poblados en estas tierras
calientes, y son nahuas, de la lengua mexicana. Y están poblados hacia medio
día... [oriente] sus defectos son que andan con flores en las manos.” [7] Sin embargo, los xuchimilcas llegaron antes
que los tlahuicas de Tetelcingo y fueron
quienes ocuparon las mejores tierras
para el cultivo, “Ojos de agua” o manantiales y nichos para cría de animales
domésticos. Fray Diego Durán acota,
“...el pueblo que llegó primero y fue a poblar la región del sur del Valle de
México, fueron los xuchimilcas... “[8]
Estos xuchimilcas llamaron Xuchimilcatsincu a su pueblo, “porque los naturales
tenían antiguamente un ídolo de figura de mujer la cual tenían puesta sobre un
ojo de agua que tienen en medio del pueblo grande, del agua donde el ídolo se
bañaba y del mesmo ídolo mujer que llamaban Xuchimulcatzingo, se quedó el
nombre al pueblo,” [9]
posterior a su asentamiento se expandieron al Valle de Morelos, hacia el
oriente y el sur. Mientras, los hombres
jaguares, tlahuicas, por su arribo tardío, poblaron las tierras adjuntas a
Xuchimilcatsincu, tierras agrícolas de “temporal”, tierras sin manantiales de
agua para el cultivo.
En
el segundo período, después de la destrucción de Tenochtitlan, Huaxtepec y
Xuchimilcatsincu, la realidad histórica mosiehualte
se manifestó en dos procesos sociohistóricos globales:
a. Proceso de colonización
siglos XVI-XVIII.
b. Proceso de neocolonización
siglos XIX-XX.
a. Proceso
de colonización siglos XVI-XVIII
El
proceso de colonización de las primeras décadas del siglo XVI hasta finales del
XVIII, desfiguró las antiguas demarcaciones territoriales, culturales y
lingüísticas que definían y delimitaban
a la diversidad étnica hasta antes de la
destrucción de Tenochtitlan, Huaxtepec y Xuchimilcatsincu. Los grupos étnicos,
culturales y lingüísticos fueron violentados y usurpados, alterados y
desfigurados, borrados o desaparecidos, a consecuencia de invasiones a sus
tierras agrícolas ancestrales,
persecuciones y asesinatos políticos perpetrados por los españoles,
quienes después radicarían en el pueblo
de Cuautla. Las prácticas de despojo y
destrucción, violencia y genocidio a mediados del siglo XVI hasta
finales del XVIII, tuvo nombre: El
Marquesado del Valle. El 6 de julio de 1529, Cortés recibió del emperador
Carlos V el título de Marqués del Valle de Oaxaca y una donación de veintiún
Villas “con sus términos y vasallos, y jurisdicción civil y criminal... y
montes y prados y pastos, y aguas corrientes, estantes y manantes [manantiales]
.”[10] Entre las veintiún Villas del Marquesado se
encontraba la “jurisdicción de Cuernavaca, comprendiendo Guastepec,
Yecapixtla y otras villas, con una extensión de 4 100 Km. cuadrados.” [11]
El Marquesado del Valle, el territorio de Huaxtepec (Guastepec), comprendidos
Tetelcingo y Xuchimilcatsincu, fue usurpado por el poder político-militar de
Gordián Casasano. Uno de los primeros propietarios de un molino de caña
instalado dentro del ancestral territorio tlahuica/xuchimilca. Gordián
Casasano, fue uno de los mayores depositarios: “2060 ducados...[al Marquesado]
propietario de una plantación azucarera cerca de Cuautla Amilpas que fue una de
las primeras de la Nueva España, a la vez que ocupante de importantes cargos
gubernamentales y funcionario del Marquesado.”[12]
Ante
el proceso de interrupción histórica de la región étnica tlahuica-xuchimilca,
esto es, destrucción por invasión y luego sometimiento-explotación por
dominación, se obligó a los sobrevivientes xuchimilcas a huir, por un lado, al
sureste o pueblo de Xochitengo, y por otro,
al noreste y “unirse a los de Tetelcingo”.[13]
A esta práctica de alianza se sumaron
los chalcas de Chimalhuacán. Según Plancarte y Navarrete, “muchos chalcas de
Chimalhuacan a raíz de la conquista, se refugiaron en Tetelcingo para no tener
que mezclarse con los españoles que habían fundado la Villa de Ozumba.”[14]
En
este sentido, a finales del siglo XVI, Tetelcingo era habitado por tlahuicas,
xuchimilcas y chalcas, etnias de habla mosiehualcupa y parecidas prácticas sociales,
culturales y religiosas. Hablantes
de la lengua que
describió Antonio de Ciudad
Real: “los indios de aquel
pueblo y los demás de aquella guardianía [Cuaunahuac y Huaxtepec] hablan la lengua mexicana, aunque no tan
cortada [a manera de hipótesis considero que la palabra cortada
está referida al segmento
glotal distintivo de algunas variantes
del náhuatl como por ejemplo, la de Tezcoco, Xochimilco... En
el mosiehualcupa y
otras variantes de la región de Morelos, la glotal no es distintivo] como en
México...”[15]
Los
grupos étnicos que huían, por ejemplo los xuchimilcas de Xuchimilcatsincu, eran
pueblos expulsados con violencia por el hecho de ocupar las mejores tierras
agrícolas y zonas geográficas. Los motivos de guerra entre españoles y grupos étnicos, eran:
usurpación de tierras en unos y defensa de tierras en otros. Sin embargo, la
destrucción de Tenochtitlan, luego Huaxtepec, minimizó la fuerza
político-militar de Xuchimilcatsincu, en consecuencia, fueron conducidos al ostracismo de la
historia incierta. La derrota militar obligó a
los xuchimilcas huir a otros pueblos o estancias donde la agresión
militar española era menor.
Los
pueblos o estancias receptores de pueblos en huída, por ejemplo, la estancia de
Tetelcingo, sólo contaba con tierras
agrícolas de “temporal”, poco atractivo
para las nacientes haciendas azucareras de la región. En estos tipos de pueblos
el gobierno colonial realizó una reorientación política, reconcentró a las
poblaciones sobrevivientes de las guerras -no declaradas- “para el mejor control político, económico y
religioso de la región.”[16] Tácitamente,
“al congregarlos, formaron la república de indios (cerca de
donde) se localizaban las haciendas más prósperas de la región.”[17]
De esta manera Tetelcingo, en la dominación colonial, era Cabecera y República de Indios
-así escribió Joseph Antonio de Villaseñor- “...a diftançia
de una legua fe halla el Pueblo de Tetelzingo, fituado al Norte, es Cabezera y
República de Indios, con dofçientos,
y çincuenta
familias del Idioma Mexicano, adminiftrados por Religiosos Dominicos de la
Doctrina de la cabezera...[18]
Vemos
que la continuidad de la violencia, dominación y sojuzgamiento de aquellos colonizadores hacia los indios
colonizados del siglo XVI al XVIII dispersó
y debilitó a los grupos étnicos, pero también condujo a la unificación y
fortalecimiento de sus organizaciones sociales basada en su identidad
histórica. Los grupos locales cohesionados por filiación étnica (tlahuica,
xuchimilca, chalca) y lingüística, adoptaron el nombre de maasehuali (en la variante del náhuatl clásico) o mosiehuale (en la variante del mosiehualcupa de
Tetelcingo) que permitió la continuidad de su filiación étnica. La
redenominación étnica los fortaleció
como grupo étnico -y no como subgrupo
por filiación- para enfrentarse a los invasores
españoles.
Después
del sometimiento, los españoles se concentraron en las cabeceras metrópolis,
por ejemplo la de Cuautla (Morelos),
donde radicaban “el Alcalde Mayor, con el Gobernador y demás oficiales de la
República de Indios, y en ella viven treinta y seis familias de Españoles,
sesenta de Mestizos, cuarenta de Mulatos y doscientas de
Indios... los Indios habitan en la mitad de la población divididos en
tres Barrios, y los españoles y demás calidades en la otra mitad... no
tienen los indios mezcla alguna con las otras Naciones, y estas sólo transitan
a modo de paso a los tres Barrios, por la amenidad de su territorio...”[19]
Otros
españoles de la región, habitaban el antiguo pueblo de los xuchimilcas,
Xuchimilcatsincu: “...al noroeste, está el Ingenio de hacer azúcar, intitulado
San Pedro Mártir, con un suntuoso Templo y muchas casas, en las que viven cerca
de cuarenta familias de españoles,...
y también crecido número de indios gañanes que sirven en ella.”[20]
En número de familias, la localidad tenía la siguiente población: setenta y
seis españoles, sesenta mestizos, cuarenta mulatos y más de trescientos indios.
Particularmente, la población de Tetelcingo en el gobierno colonial, era de
“914“[21]
hablantes monolingües del mosiehualcupa.
Para
comentarios:
[1] Dr. En Ciencias sociales, con especialidad en
antropología social, por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en
Antropología Social, CIESAS-Occidente. Maestro en Lingüística indoamericana,
por el CIESAS-México; maestro de educación primaria, por la Escuela Normal
Rural “Lázaro Cárdenas del Río” de Tenería estado de México y Licenciado en
Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México.
[2] Tetelcingo significa
“atrás del montículo” (atrás del cerrito de Topiztlán). La palabra
está formada por la raíz Tetel de
Tetele “montón de piedras” (tejtetla, en la variante mosiehual de Tetelcingo), y el locativo
cingo de tsinco “atrás ”. El significado del topónimo Tetelcingo,
también está sustentado en fuentes
históricas de finales del siglo XVI,
como el de Gutiérrez de Leviana.
[3] GUTIÉRREZ de Leviana
Juan. “Descripción del guastepeque por el
alcalde mayor Juan Gutiérrez de Lievana”, 24 de septiembre de 1580, en: Juan
Palacios Enrique. Huaxtepec y sus reliquias arqueológicas, SEP, 1930. P.
35. Subrayado mío.
[4] MULLER, Florencia. Historia
antigua del Valle de Morelos, INAH,
México 1949. P. 27.
[5] CARRASCO, Pedro. “Estratificación
social indígena en Morelos durante el siglo XVI”, en: CARRASCO, Pedro, BRODA Johana,
et. al. Estratificación social en la mesoamérica prehispánica, 2ª
ed., INAH/ SEP, México 1982. P. 102.
[6] OLIVERA, Mercedes. Pillis
y macehuales, CIESAS, México 1978. P. 142. Aún cuando es complicado y polémico
saber cuál era la organización social en la época prehispánica, según mis datos históricos, había la siguiente organización social
jerarquica: 1) tlaxilacale “barrio
(Tetelcingo), 2) altepetl pueblo
(Xuchimilcatsincu) 3) tlojtecayotl
“capital” (Huastepec). Tetelcingo pertenecía a Xuchimilcatsincu y éste a
Huaxtepec. Huaxtepec tributaba a Tenochtitlan. Ver mapa uno. Existen otros
autores que también han abordado la
discusión del Tlaxilacalli. Por ejemplo,
Cfr. Lockhart, 1992,
[7] Fray Bernardino de
Sahagún. Historia general de las
cosas de la Nueva España, Nueva
España, t. II, México 1946, Pp. 301-302.
[8] DURÁN, Diego. Historia
de las Indias de Nueva España e Islas de
tierra firme, José F. Ramírez, t. I,
México 1867, P. 10.
[9] GUTIÉRREZ de Liévana
Juan. op. cit, P. 35.
[10] GARCÍA, Martínez
Bernardo. El marquesado del Valle-tres siglos de régimen señorial en Nueva
España, 1ª ed., El Colegio de México, Nueva Serie 5, México 1969, P. 51.
[11] SOTELO, Inclán Jesús. Raíz
y razón de Zapata, Comisión Federal de Electricidad, México 1970, P. 44. Subrayado mío.
[12] BARRETT, Ward. La
hacienda azucarera de los Marquesados del Valle (1535-1910), Siglo XXI,
México 1977. P. 255.
[13] Cédula del Virrey Conde
Monte Rey, Don Gaspar de Zúñiga y Acevedo, de 5 de julio de 1603.
[14] PLANCARTE y Navarrete
Francisco. Apuntes para la Geografía del Estado de Morelos, Imprenta de
Tepoztlán, 1909. P. 39.
[15] DE LA CIUDAD REAL, Antonio. Tratado curioso y docto de
las grandezas de la Nueva España (1585), UNAM/I.I.H., t. I, México 1976. P.
123.
[16] Olivera, Mercedes. Op.
cit. , P. 146.
[17] Ibídem. , P. 148.
[18] VILLASEÑOR y Sánchez,
Joseph Antonio. Theatro americano, Imprenta de la viuda de D. Joseph
Bernardo de Hogal, Calle de las Capuchinas , año 1746, edición facsimilar de
Editora Nacional, t. I, México 1952, P. 193.
[19] Joseph Antonio de
Villaseñor. Op. cit., P. 109. Subrayado mío.
[20] Ibídem. P. 109.
Subrayado mío.
[21]
SHERBUNE, F. Cook y WOODROW Borah. Ensayos sobre historia de la población
México y California,
S. XXI, América Nuestra, México 1980. P. 26.
2 comentarios:
Excelente información en referencia a los dominios y orígenes étnicos de la población en la región. Felicidades.
Gracias.
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