miércoles, 3 de abril de 2024

 

Nuevalengualarga

Ernesto Cera Tecla.

El 28 de marzo de 2024, Lorenzo Córdova Vianello, expresidente del Instituto Nacional Electoral (INE) escribió un artículo en el periódico nacional “El Universal.[1] En el texto, el expresidente sostiene que el actual Ejecutivo de México, Andrés Manuel López Obrador, presidente AMLO, impone a los gobernados un pensamiento y una visión única del mundo. La imposición ideológica se hace a partir de la nuevalengua de AMLO, como en la novela “1984” de George Orwell. Para Córdova, el uso de una nuevalengua convierte a AMLO en un autócrata y autoritario. A contrario sensu, consideramos que la visión política del expresidente del INE es parcial y sesgada, fundada en la mentira y la calumnia. Córdova es, pues, una nuevalengualarga de la política conservadora y reaccionaria del país.[2]

Córdova asevera que el presidente de México es un autoritario y no un demócrata. La contra argumentación a esta afirmación la hace su propio padre. En el libro “La formación del poder político en México” (1972), Córdova-padre, plantea que el AUTORITARISMO no es la eficacia del poder, sino la institucionalización del poder que se observó en el gobierno de Lázaro Cárdenas, es decir, que el régimen político autoritario se produjo y reprodujo por las formas institucionales cardenistas.[3] En el mismo sentido, en el artículo “El estado contemporáneo mexicano(1974), Meyer señala que, al finalizar el gobierno cardenista, el sistema político se definía como autoritario, porque: 1) el partido oficial no contemplaba una contienda electoral, es decir, nunca permitía el triunfo de la oposición; 2) El Ejecutivo y la estructura oficial manipulaban a los principales sectores sociales y 3) El régimen político no toleraba la oposición por más legitimidad competitiva que tuviera.[4] Si enjuiciamos el gobierno de AMLO desde Córdova-padre y Meyer, difícilmente podríamos decir que es AUTORITARIO, porque no se adecua a ninguna de las tres características planteadas: 1) Hoy día existe una verdadera contienda electoral y el triunfo la define el INE, no el presidente de la república, 2) No existe ninguna evidencia que el Ejecutivo y la estructura oficial manipulen los principales sectores de la sociedad y 3) del 2018 al 2024, no ha existido ninguna percusión contra las diversas expresiones políticas, tampoco se han puesto en riesgo las libertades ni se ha regulado la crítica al poder. En consecuencia, el presidente AMLO no es un autoritario, es más bien, un demócrata con una legitimidad de más del 70% de los mexicanos.

Cordova Vianello plantea que el lenguaje permite la expresión y manipulación del pensamiento de las personas. Funda su afirmación en una de las tesis más antiguas de la lingüística, la de Ferdinand de Saussure de principios del siglo XX. El fundador de la lingüística moderna presupuso que la función fundamental de la lengua es, en efecto, la expresión del pensamiento.[5] Sin embargo, décadas más tarde, en los años veinte del mismo siglo, el Círculo lingüístico de Praga, particularmente, Roman Jakobson, expuso que la función fundamental de la lengua no es la expresión sino la comunicación.[6] Este planteamiento revolucionó el campo científico del lenguaje. Desde entonces, se entendió que cualquier práctica discursiva requiere, necesariamente, seis elementos comunicativos: hablante, mensaje, oyente, contexto, canal y código. Y cada de uno de estos elementos tienen una función comunicativa. El hablante tiene la función emotiva; el oyente, la función apelativa; el contexto, la función referencial, entre otros. Por ejemplo, el enunciado: “El 2 de junio de 2024, votaremos por Claudia Sheinbaum” tiene la función comunicativa emotiva, porque el mensaje se matiza en los hablantes. El enunciado: “Lorenzo Cordova Vianello es un intelectual del conservadurismo mexicano”, tiene la función comunicativa referencial, porque el mensaje se centra en el contexto, es decir, describe un hecho del mundo político.  Entonces, para los años veinte del siglo pasado, los especialistas del lenguaje entendían que la función principal de la lengua era la comunicación, no la expresión del pensamiento.

La lengua-comunicación fue profusamente teorizada a lo largo de la segunda mitad del siglo XX. Influyeron, fundamentalmente, dos perspectivas, el Giro lingüístico desde la filosofía del lenguaje con Wittgenstein y la función del lenguaje desde los Problemas de lingüística general con Émile Benveniste.[7]  Grosso modo, para los años sesenta se entendía que el uso de la lengua se fundaba en la competencia lingüística y la competencia comunicativa. O sea, hablar significaba elaborar enunciados gramaticalmente correctos, pero también regulados por las normas de uso de cada situación comunicativa. Por ejemplo, ¡Hola! ¡Qué tal! ¿Cómo estás? Es gramaticalmente redundante, pero es comunicativamente eficaz, para saludar a un amigo en un contexto informal, según el español del centro de México. No obstante, el trabajo lingüístico de Benveniste fue la aportación más sobresaliente de la época. En el tomo I del libro Problemas de lingüística general, el autor galo sostiene que la lengua RE-PRODUCE la realidad, en el sentido literal, es decir, reproduce una fracción de la totalidad del mundo. En otras palabras, el que habla reinventa el evento y su experiencia del evento. El que escucha se apropia del discurso y del evento reproducido por el discurso.  Así, el acto de discurso tiene una función doble: por un lado, el locutor representa una realidad y, por otro, el interlocutor, recrea esa realidad. Este proceso hace del lenguaje un instrumento de comunicación intersubjetiva. En resumen, los actos de discurso son representaciones parciales de la realidad entre interlocutores.  De ahí que el presidente de México no puede manipular el pensamiento y la actuación de los mexicanos a través del lenguaje político, porque la comunicación es, esencialmente, intersubjetiva.

Cordova Vianello sostiene que AMLO controla la actuación y pensamiento de los mexicanos a través de la nuevalengua. El presidente ha inventado, según Córdova, un nuevo lenguaje político, o sea, ha impuesto palabras como “mañanera”, “pueblo bueno”, “conservadores”, “fifis”, “neoliberales”, “clasistas y racistas”, “neoporfiristas”, “corruptos”, “aspiracionistas”, etc. La proposición es más falsa que la proposición: “Mexicali es la ruta del vino” enunciado por Xochitl Gálvez. En primer lugar, muchas de las palabras enlistadas por Córdova han sido usadas antes de 2018. En segundo lugar, ningún individuo es capaz de imponer una lengua, porque ésta tiene, según la lingüística, una naturaleza social, o sea, que se construye colectivamente. En sentido contrario, el habla sí es un hecho individual, un idiolecto, pero tampoco puede imponerse a una comunidad de hablantes, porque “cada pájaro tiene su propio canto”. Por tanto, resulta absurdo presuponer que el presidente de México ha inventado un nuevo lenguaje político, una nuevalengua y que mediante ésta controla el comportamiento y el pensamiento de los mexicanos.  El presidente AMLO usa el español de México para decir, solamente, la VERDAD NECESARIA frente a los mexicanos, no para contralar su comportamiento y pensamiento.  

En general, el presidente AMLO no es, según Córdova-padre, un autoritario, porque no corresponde al sistema político que prevaleció de 1940 al 2000. El presidente AMLO no ha creado, como sostiene Córdova-hijo, una nuevalengua, porque las lenguas, según la lingüística, no son individuales, sino instituciones sociales.  El presidente AMLO no manipula el comportamiento ni el pensamiento de los mexicanos, porque las lenguas tienen como función primordial no la expresión del pensamiento, sino la comunicación intersubjetiva de los interlocutores. En definitiva, Córdova Vianello propaga, en su artículo, una perorata sin parangón, o sea, usa la mentira o nuevalengualarga, para denostar al presidente de México.

 

"Libertad, autonomía, justicia y usos y costumbres" 

 

 "Vox nostra non clamantis in deserto, nostra clamantis in civitas mosiehulateca".

"Nuestra voz no clama en el desierto, clama en nuestro pueblo mosiehualteca".

¡TETELCINGO, Municipio Libre!

  



Oxon quiema, ma mochihua, ma motequepanu. 

Ijquehuo queneque to tatzi, to nontzi. 

¡No tata, tona...!

"Ahora sí, que se haga, que pase como es nuestra costumbre,

así lo quieren nuestros dioses de la dualidad: nuestro padre, nuestra madre...

¡Oh, nuestro Dios y Diosa Sol!

 

Mario Benedetti. No te rindas [Video]. You Tube. Tomado de:  https://tinyurl.com/jfu3jbps 



[1] Cfr. Córdova, Lorenzo. Nuevalengua. En: “El Universal” (28-03-2024), consultado el 02 de abril de 2024 de https://tinyurl.com/4e4f7zpz

[2] Nuevalengualarga: lengua de la mentira y la calumnia política.

[3] Cfr. CORDOVA, Arnaldo. La formación del poder político en México, Era, México, 1972. 

[4] Cfr. MEYER, Lorenzo. El Estado mexicano contemporáneo. En: Historia mexicana, Vol. 23, No. 4, abril-junio, 1974. Consultado el 25 de marzo de 2024 de https://bit.ly/3qYYEJI

[5] Cfr. Ferdinand de Saussure. Cours de linguistique générale, Livre broché, France, 1995.

[6]  Cfr. Roman, Jakobson. Ensayos de lingüística general, Seix Barral, España, 1975.

[7] Cfr. L. Wittgenstein. Investigaciones Filosóficas, Crítica, Barcelona 1988. Cfr. Émile Benveniste. Problèmes de linguistique générale (Tome 1), Francia, Livre broché, France, 1976.

domingo, 3 de diciembre de 2023

 

El alcalde Coca cola de Cuautla

Ernesto Cera Tecla.

Ayer 02 de diciembre de 2023, se llevó a cabo la “Caravana Coca cola navideña”, en la ciudad de Cuautla, Morelos. Esta Caravana llama mucho la atención, no porque la empresa refresquera trasnacional haya proliferado la aculturación de la fiesta mexicana navideña, sino porque el presidente municipal, Rodrigo Luis Arredondo López y su esposa Araceli García, presidenta del DIF, la han promovido como parte de su política de gobierno. Sí, Arredondo incorporó la marca Coca cola como rito de paso de la fiesta navideña cuautlanteca. Esto no fuera grave, si la empresa trasnacional no generara enfermedades graves en millones de niños y adolescentes en México. Pero lamentablemente, sí es una de las principales culpables del sobrepeso y obesidad de los mexicanos. Arredondo y su esposa Araceli García se han doblegado ante el gigante de las bebidas azucaradas y promueven enfermedades crónicas a través de la Caravana Coca cola navideña.


Video tomado de CH-Cuatla hoy. 

Expertos en salud y nutrición, encontraron este 2023, que la obesidad es un problema grave en todo el país. Sostienen que de 1999 a 2021, la obesidad se duplicó, paso de 9% a 18.6%. La obesidad genera problemas de salud delicados como: hígado graso, asma, enfermedades renales, etc. Shamah-Levy y Gaona-Pineda señalan que la obesidad tiene su origen en el consumo de azúcar añadido a los alimentos y bebidas. Entonces, la epidemia de la obesidad es generada por las bebidas azucaradas, por las empresas trasnacionales refresqueras, como las que promociona el presidente municipal Coca cola.[1]

La ingesta de azúcar añadido a alimentos rebasa la norma establecida por organismos internacionales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo menor al 10%. Sin embargo, los estudios han encontrado que niños y adolescente consumen más del 10% de energía diaria proveniente de azúcares añadidos.  A nivel general, más del 60% de la población de 5 a 19 años excede el límite recomendado de consumo de azúcares añadidos.[2] Por tanto, el gobierno municipal está obligado a educar a la población afectada para detener el consumo por encima de la media y no promoverla mediante Caravanas Coca cola navideñas.

Video tomado de CH-Cuatla hoy.

¿Por qué los mexicanos consumen Coca cola? Especialistas en nutrición consideran que la industria refresquera es la responsable del consumo en exceso. Pues las empresas usan estrategias mercantiles que llevan al consumidor a preferir sus productos por encima de otros. Según el Programa de Salud del Adulto de la Secretaría de Salud, cada mexicano consume al año 400 refrescos, 3 650 tortillas, 50 kg de azúcar (principalmente a través de los refrescos).[3] Por este hecho, resulta patético que el presidente municipal, Rodrigo Arredondo y la presidenta municipal del DIF, Araceli García, inauguren la fiesta navideña promoviendo la marca Coca cola.

¡Par de sátrapas!

El costo de una dieta saludable es el mismo costo de una dieta chatarra. Expertos en salud y nutrición consideran que comer y beber sano cuesto lo mismo que comer y beber chatarra. Una dieta saludable tiene el mismo costo que la ingesta de alimentos altos en calorías, grasas, azúcares y sal.[4] La elección de una dieta saludable requiere una educación sobre qué comprar, qué comer y qué beber. La educación debe venir de las instituciones de salud, educación y, claro, de los tres niveles de gobierno. Pero el par de sátrapas no fomentan una educación alimentaria, sino  promueven enfermedades graves mediante la Caravana Coca cola navideña.

Finalmente, el sobrepeso y la obesidad sigue su marcha hacia el precipicio. No sólo por la participación inhumana de la industria refresquera, sino porque políticos ambiciosos, que en lugar de gobernar para resguardar la seguridad y la paz de los cuautlantecas, fomentan la bebida Coca cola.


"Libertad, autonomía, justicia y usos y costumbres" 

 

 "Vox nostra non clamantis in deserto, nostra clamantis in civitas mosiehulateca".

¡TETELCINGO, Municipio Libre! 

"Nuestra voz no clama en el desierto, clama en nuestro pueblo mosiehualteca".

¡TETELCINGO, Municipio Libre!

  

 



Oxon quiema, ma mochihua, ma motequepanu. 

Ijquehuo queneque to tatzi, to nontzi. 

¡No tata, tona...!

"Ahora sí, que se haga, que pase como es nuestra costumbre,

así lo quieren nuestros dioses de la dualidad: nuestro padre, nuestra madre...

¡Oh, nuestro Dios y Diosa Sol!

Post data.

Tiabe, tebe, tochihuas bieye topueblo  Teteltzincu. Inu Cachopi, inu Quixtiono, amo de tejuo, amo cuale itzontecu, amo queneque iyes topueblo Municipio. ¿Tlica amo quejneque? Ipampa  Quixtiono queneque miacte tomi, miacte centohuo. Queneque to tlole, queneque ibitz para tomandoros. Uo tejuotzi, noche tonenemes teporubejte, tetequete miacte, noche tunale, uo abeles te tlacuos nacatl, amo te tlacuos cuale.  ¿Tlica ijquehuo? ¡Ay! No nontzi, no tatzi, inu amo cuale. Cache cuale, tomacas ca inu Quixtiono que amo queneque iyes topueblo Municipio libre, bieye topueblo. 



Jara, V. (03-12-2023). Te recuerdo Amanda [Video]. You Tube. Tomado de: https://tinyurl.com/mr2zcrc2 

 

Rodríguez, S. (28-11-2023). Playa girón [Video]. You Tube. Tomado de:  https://tinyurl.com/ywe27uav

 

 

 



[1]Véase, Shamah-Levy T., Gaona-Pineda E., et.al. (2023). “Sobrepeso, obesidad y consumo de azúcares en población escolar y adolescente de México. Ensanut 202-2022”. Revista Salud Pública de México, Vol. 65, Núm. 6, Nov-Dic. Consultado el 03 de diciembre de https://tinyurl.com/2eyucbxr

[2] Ibidem.

[3] López, A. (8-11-2023). ¿Por qué comes lo que comes? Revista ¿Cómo ves?, UNAM, No. 64. Consultado el 08 de noviembre de https://tinyurl.com/vf2jfrux

[4] Guerrero, V. (9-11-2023). Una dieta sana no es más cara que comer mal. Revista Gaceta/UNAM, No. 5,399. Consultado el 03 de diciembre de https://tinyurl.com/2d2p3a82

 

martes, 28 de noviembre de 2023

 

La cantina Luvia de plata y la revolución del sur

 

Axcan quiema, taja uo naja "ahora sí, tú o yo".

Francisco Tenamaztle, nahua, alzado contra

 los españoles en 1541-1556.


Ernesto Cera Tecla.

 

La revolución mexicana se gestó desde varias matrices: clubes y partidos políticos, círculos de estudios, sindicatos, etc. Cada clase social tenía su propio espacio de reflexión y acción política. Sin embargo, la clase indígena y campesina no era parte de esas formas de organización. Emiliano Zapata, por ejemplo, solía reunirse en las cantinas, en los toros, en las peleas de gallos, en las ferias del pueblo. En la cantina “Lluvia de plata” decidió, junto con sus aliados, tomar las armas para combatir el sistema económico hacendario y al régimen político porfirista, así como para regresar las tierras a los indios y campesinos de Morelos. Los indios mosiehualte tenían los mismos hábitos políticos. El mismo año que asesinaron a Zapata, un grupo de mosiehualte perdieron los planos del territorio teteltzinteca, por degustar unas cervezas en una cantina del pueblo de Cuautlixco, Morelos.

 

Cantina "Lluvia de plata", Cuautla, Morelos. Foto tomada de la red.

De acuerdo a Magaña, el 10 de marzo de 1911, segundo viernes de cuaresma, Emiliano Zapata, Torres Burgos, Rafael Merino y otros amigos se reunieron, en la cantina “Lluvia de plata” del centro de la ciudad de Cuautla, Morelos. Allí, en plena feria, entre pelea de gallos y copas servidas en la cantina, decidieron lanzarse a la lucha armada, contra el régimen porfirista.[1] Hasta 1919, los zapatistas pelearon por tortilla, tierra y democracia. No se doblegaron ante el poder político dictatorial ni el poder económico de los hacendados.

 

Por la incorruptibilidad de Zapata, Carranza comisionó, en 1919, al general Pablo González para exterminar a la población zapatista morelense. A su vez, el general González ordenó al coronel Jesús María Guajardo (un norteño abiertamente racista) acabara con los revolucionarios del sur.[2] Enseguida, Guajardo tendió una trampa a Zapata y éste cayó. El líder de la Revolución del sur creyó en la palabra de Guajardo y aceptó una alianza que se firmaría, entre tacos y cervezas, en la hacienda de Chinameca, el 10 de abril de 1919.

 

El 10 de abril de 1919 fue un martes, día de Santa Magdalena. Ese día, una extraña atmosfera de silencio y recelo parecía haberse apoderado de la Ciudad de Cuautla. Antes de las dos de la tarde, las campanas de la iglesia comenzaron a tañer con un ritmo lóbrego. La torre que inició el toque fue la capilla que está al lado de la entrada de Cuautla. Como si se hubiesen puesto de acuerdo entre sí, las demás campanas de todas las iglesias de la ciudad contestaron a las primeras y Cuautla entera se vio envuelta en esa sonoridad apagada, sorda en que vibran, como quebrantándose, las notas desgarradoras del toque de difuntos.[3] 



El general Emiliano Zapata. Foto tomada de la red.
 

Sí, en esta fecha maldita, el 10 de abril de 1919, a las 14:10 horas, un pelotón de soldados bajo el mando de Guajardo descargó dos veces los fusiles en el cuerpo de Zapata que cruzaba el portón de la hacienda de Chinameca. Acribilló, arteramente, al Jefe supremo de la Revolución suriana.[4]  

 

A las nueve de la noche del mismo día, la columna de Guajardo pasaba frente al Señor del pueblo (ubicado en el antiguo pueblo de Xochitengo) y se detuvo en la calle Galeana, delante de una tienda que abría a la plaza principal. En medio de la columna, sin jinete, marchaba orgulloso un caballo alazán. Pero no era que careciera de jinete: doblado sobre la silla y fuertemente amarrado a ella con una soga, se advertía el cuerpo de un hombre. No se podría decir de qué hombre se trataba: la cabeza vencida, el cabello caído y los brazos colgantes, inertes, indicaban tan solo que el hombre estaba muerto. Sobre la cabeza de la silla del alazán estaba sujeto el sombrero del muerto: un gran sombrero de charro con un águila bordada en la copa. 


Indumentaria de Emiliano Zapata. Foto tomada de la red.

 

El general Pablo González y sus oficiales se acercaron a ver. Guajardo tiró el cadáver en el pavimento. González examinó con una linterna el rostro. Era realmente Zapata. Fue llevado al cuartel de la policía local. Allí fue identificado por Eusebio Jáuregui y se tomaron fotografías como pruebas.[5]

 

Al día siguiente, el general González exhibió públicamente el cadáver.  Profanó el cuerpo inerte para languidecer la resistencia de los zapatistas sobrevivientes. Envió un lapidario mensaje al lumpe proletariado: Zapata había muerto y sus ideales también. Craso error.

 

Frente al cadáver, el general se dirigió a la muchedumbre y espetó:

 

¡Este hombre aquí muerto no es otro que el bandido Emiliano Zapata! ¡Pueden pasar a mirarlo de cerca en grupos no mayores de cinco personas!

 

Nadie contradijo al general González. Campesinos e indígenas se arremolinaron. Miles llegaron desde los pueblos vecinos para ver el cadáver.[6] Las gentes miraban hacia aquel hombre; sus miradas giraban en seguimiento del cadáver. 

 

A unos cuantos metros de allí, se escuchaba una música obsesiva y chirriante, música de fonógrafo. Se trataba de la cantina “Lluvia de plata” con puertas de vaivén, junto a la cual se encontraban unos curiosos que, con el mismo movimiento que se veía en toda la gente, también se incorporaron en pos de todos los demás. Alguien empujó desde dentro de la cantina las puertas de vaivén y salió a la calle para mirar. Se trataba de una mujer, a ojos vistas una mujer de la vida alegre. Era hermosa, aunque de una belleza marchita y enviciada; vestía ropa de falsa seda y de una elegancia equívoca, el cabello en desorden y el escote caído hacia un lado del pecho… Pronto, esta mujer se encontraba en primera fila entre todos los presentes. Respiraba impetuosamente, agitada, mientras sus ojos lanzaban destellos de odio. Todas las miradas estaban fijas sobre el cuerpo del cadáver en medio del silencio.



Mural en la cantina "Lluvia de Plata", en Cuautla, Morelos.

Foto: Ernesto Cera Tecla, noviembre de 2023.

 

La multitud miraba hacia el punto donde se encontraba el cadáver de Emiliano Zapata. El rostro del cadáver estaba hinchado, lleno de equimosis y huellas de sangre seca, que no harían fácilmente reconocible su identidad. La mujer de la cantina tenía los ojos anhelantes, llenos de aguda penetración, fijo en el cuerpo del hombre muerto. A un lado, a espaldas de ella, un campesino de cierta edad reparó en la mujer de la cantina y se abrió paso hacia ella poniéndose a su lado. Le tocó el hombro con cierto disimulo y discreción.

 

 Nombres de los personajes del mural inmediatamente anterior. 

Foto: Ernesto Cera Tecla, noviembre de 2023.

 

Campesino: ¡Oye, Güera!

 

La llamada Güera volvió el rostro hacia el campesino que la requería. Su expresión cambió y se suavizó.

 

Güera Reséndiz: Dígame, don Chano.

 

Don Chano: Tú lo conoces bien… ¿Es él…?

 

Don Chano clavó una mirada anhelante, llena de ardiente esperanza. La Güera devolvió la mirada comprensiva y sin esperar a más se lanzó por entre los soldados hasta el punto donde se encontraba el cadáver. Se aproximó al cadáver y, después de mirarlo escrutadoramente, como con desconfianza, se hincó sobre él y le abrió la camisa para descubrirle el pecho. La mano de la Güera terminaba de descubrir el pecho desnudo del cadáver y palpó encima del mismo; buscó con la mirada sobre el pecho del cadáver como si estuviera segura de encontrar algo en particular. La multitud contemplaba la acción de la Güera en medio de un silencio extraordinario, increíble, en que parecerían escucharse las respiraciones de todos los presentes. La Güera terminó de examinar el pecho de aquel cadáver y luego se volvió hacia la multitud. De su garganta salió la voz con un tono desgarrado, animal.

 

Güera: (Negando con la cabeza) ¡Nooo! ¡No es Emiliano! ¡No es Emiliano Zapata! ¡No tiene la señal que yo le conocí en el pecho! ¡Emiliano Zapata no ha muerto!

 

La multitud parecía respirar con suspiro de alivio. La Güera negó en silencio, y ofrecía el pecho desnudo del cadáver como invitando a que lo miraran.

 

Unos ambulantes apartaron bruscamente a la Güera y tomaron el cuerpo de Emiliano para introducirlo en un sucio vehículo donde fue conducido al cementerio. Un piquete de soldados de caballería rodeó la carreta y el duelo se echó a caminar por las calles de Cuautla hacia el panteón civil. A la distancia, con el aire disimulado, la gente siguió el duelo, procurando no hacer grupos.[7]



Tumba de Zapata, panteón municipal de Cuautla. Foto tomada de la red.
 

Por el artero asesinato, Guajardo fue ascendido a general. Además, recibió $50 000 de premio del presidente de México, Venustiano Carranza.


 El asesinato de Zapata golpeó duramente a los pueblos indios y campesinos. 

 

En los días subsiguientes, la prensa conservadora, El Imparcial, El Ahuizote, Multicolor y La República, publicó: se “purgó de un elemento dañino”, murió “sanguinario cabecilla”, entre otros vituperios. Triplicaron las caricaturas, dibujos, panfletos donde Zapata era un tirano sanguinario. El general González no se quedó atrás. Publicó en los mismos medios conservadores: “Desaparecido Zapata, el zapatismo ha muerto”. Mataron físicamente a Zapata y quisieron sepultar la memoria del Jefe sureño mediante la propaganda. Sin embargo, Zapata no había muerto. No podía morir. Revivió al siguiente día, en la voz de los sobrevivientes zapatistas, en las consignas que aparecieron en las plazas públicas: "Rebeldes del sur, es mejor morir de pie que vivir de rodillas.” 

 

No sólo la prensa conservadora festejaba la muerte de Zapata, sino también importantes intelectuales. José Vasconcelos, intelectual conservador, escribió: Zapata perfeccionó los sacrificios humanos con el uso de la ametralladora y junto con sus hordas de forajidos destruyó la industria azucarera y el patrimonio del pueblo.[8] Además, luchó sin tregua contra Porfirio Díaz, Francisco I. Madero y Venustiano Carranza. Fue un cobarde, un cabecilla sin méritos militares, un demagogo, un pelele, un ignorante, iletrado y analfabeta.[8]  Empero, indios y campesinos sabían que los conservadores acusaban a Zapata de bandido, asesino y anexas, sólo porque tenía un cerebro que pensaba, un brazo que ejecutaba la Revolución del sur y porque regresó las tierras a los más desposeídos.

 

¡Bien!

 

En el mismo año fatídico de 2019, una comisión teteltzinteca perdió los planos del territorio de su pueblo ancestral. Después de conseguir una copia del original alojado en el Archivo General de la Nación, la comisión pasó a tomarse unas cervezas en una cantina del pueblo de Cuautlixco, en Cuautla, Morelos. Al día siguiente, la comisión no encontró los documentos. Por esta razón, los comisionados levantaron una acta ante el presidente de la cabecera municipal, para ampararse ante cualquier acusación. El documento dice así:

 

“En la Heroica Ciudad de Cuautla de Morelos, a las doce y cuarenta minutos de la tarde, del día veintisiete de diciembre de 1919, ante mí, Abelardo Flores, Presidente municipal de este lugar, comparecieron los CC. Juan Gadea, Tiburcio Rodríguez, Nicolás Balón, Refugio Rodríguez, José Ascencio, Miguel Bobadillo, Antonio Casasanero, Lorenzo Barbero, Juan Catonga, Manuel Pacheco, Manuel Real y José Tetla, originarios y vecinos del pueblo de Tetelcingo, perteneciente a esta cabecera y expusieron lo siguiente:

 

Que en años pasados y con el fin de comprobar los linderos exactos que tiene el pueblo de Tetelcingo, los vecinos del mismo, en junta, resolvieron comisionar a Francisco G. Amaro, vecino de Atlatlahuacan y nativo de Achichipico para que sacara una copia de un mapa original y que existe en la Ciudad de México. El mapa de referencia fue sacado conforme al original y quedó al cuidado de los señores José Ascencio y Miguel Bobadillo; que estos individuos sin consultar la opinión del pueblo se trajeron el documento a esta presidencia a fin de que se les dijera si era válido, habiéndoles contestado que lo era; que al volver los portadores del mismo para su pueblo y al pasar por el pueblo de Cuautlixco se les unieron Antonio Casasanero, Juan Merejo y Juan Catonga y en una cantina estuvieron tomando algunas copas; que el plano lo pusieron en un chiquihuite y quedó colgando de la cabeza de la silla de una mula, propiedad de Antonio Casasanero; que los cinco citados individuos les dijeron que ignoran en qué forma fue extraído el documento del lugar y hasta el día siguiente, ya en su pueblo notaron la desaparición del mismo; que como dicha pérdida es de gran trascendencia para su pueblo de Tetelcingo y más tarde alguna persona puede decir que fue empeñado o vendido, no creyendo tal vez que se trate de un accidente involuntario, los suscritos acordaron dirigirse a esta autoridad municipal, pidiendo que se levantara una constancia para el futuro.  H. Cuautla, Morelos, diciembre 30 de 1919. El presidente municipal. Abelardo Flores.”[9]

 

Este hecho relatado en el acta conmocionó a los indios de Tetelcingo. Pues sabían que el año siguiente, en 1920, iniciaría el reparto agrario, bajo el gobierno emanado de la revolución. Estaban ciertos que tenían que probar legal y legítimamente la propiedad comunal del territorio. Por ello, pidieron a la autoridad auxiliar, Don Manuel Villarreal Chicuemune, convocara a una asamblea general para colgar a los responsables en la plaza pública del pueblo. La mayoría de la asamblea aprobó la ejecución. Sin embargo, el Ayudante Chicuemune pidió a la asamblea enardecida una oportunidad para consultar al gobernador del estado de Morelos, Dr. José G. Parres. La asamblea aprobó la petición. Al día siguiente, el Ayudante tuvo una audiencia con el Ejecutivo de la entidad y expuso la problemática. El gobernador respondió: “Sr. Ayudante municipal, no tiene caso ejecutar a los responsables del extravío, porque los documentos ya no tienen validez, además, para eso se hizo la revolución, para repartir las tierras a todos.”  Esta fue la respuesta del gobernador. No fue una sorpresa. El mandatario local, era, según la historia oral mosiehualteca, un corrupto y alcahuete de los terratenientes. Por eso decía que los títulos primordiales no tenían validez. Finalmente, los comisionados que extraviaron el testamento del pueblo, no fueron colgados y los planos y títulos primordiales fueron recuperados. Y el primer reparto agrario inició, en Tetelcingo, entre 1920-1921. 

 

 

Los mosiehualte de Tetelcingo, 1940.

 

En resumen, la insurrección zapatista se gestó en la cantina “Lluvia de plata” y no terminó con la muerte del caudillo, pues los jefes sobrevivientes eligieron al general Gildardo Magaña para continuar la insurgencia.  Por su parte, el general Obregón desplazó paulatinamente a Carranza y abrió la puerta a la demanda agrarista. Los zapatistas y Obregón llegaron a un acuerdo: los pueblos indígenas y campesinos se quedaban con las tierras tomadas a través de las armas e iniciaría el reparto agrario en el siguiente año. Las bases legales y constitucionales del reparto agrario estaban puestas.[10] En fin, Zapata ganó la guerra. Zapata no murió. ¡Zapata vive!


 Y la cantina “Lluvia de estrellas” sigue.

 

"Libertad, autonomía, justicia y usos y costumbres" 

 

 "Vox nostra non clamantis in deserto, nostra clamantis in civitas mosiehulateca".

¡TETELCINGO, Municipio Libre! 

"Nuestra voz no clama en el desierto, clama en nuestro pueblo mosiehualteca".

¡TETELCINGO, Municipio Libre!

  



Oxon quiema, ma mochihua, ma motequepanu. 

Ijquehuo queneque to tatzi, to nontzi. 

¡No tata, tona...!

"Ahora sí, que se haga, que pase como es nuestra costumbre,

así lo quieren nuestros dioses de la dualidad: nuestro padre, nuestra madre...

¡Oh, nuestro Dios y Diosa Sol!

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Tiabe, tebe, tochihuas bieye topueblo  Teteltzincu. Inu Cachopi, inu Quixtiono, amo de tejuo, amo cuale itzontecu, amo queneque iyes topueblo Municipio. ¿Tlica amo quejneque? Ipampa  Quixtiono queneque miacte tomi, miacte centohuo. Queneque to tlole, queneque ibitz para tomandoros. Uo tejuotzi, noche tonenemes teporubejte, tetequete miacte, noche tunale, uo abeles te tlacuos nacatl, amo te tlacuos cuale.  ¿Tlica ijquehuo? ¡Ay! No nontzi, no tatzi, inu amo cuale. Cache cuale, tomacas ca inu Quixtiono que amo queneque iyes topueblo Municipio libre, bieye topueblo. 


Parra, V. (28-11-2023). Gracias a la vida [Video]. You Tube. Tomado de:  https://tinyurl.com/yckvcry9

 

Ochoa, A. (28-11-2023). Jacinto Cenobio [Video]. You Tube. Tomado de:  https://tinyurl.com/34r27ytv

 

 



[1] Gildardo Magaña. Emiliano Zapata y el agrarismo en México, t. I, INEHRM, México, primera edición, 1937; ed. actual, 2019.  Pág. 155.

[2] Cfr. Juan José Flores Rangel. Historia de México, Cengage Learning, México, 2019.

[3] Seguimos el guion escrito por José Revueltas, En: Zapata, Plaza y Valdes-CNCA, México, 1955. Pp. 9-10. El cambio del tiempo verbal en la narración, de presente a pasado, es nuestro. 

[4] Cfr. John Womack Jr. Zapata y la revolución mexicana, S. XXI, México, 1969.

[5] Cfr. Ibídem. Pp. 323-324.

[6] Ibídem.

[7] La visión conservadora de Vasconcelos sobre los hechos históricos del país no ha terminado. Hoy día, no pocos historiadores (en las Universidades públicas y Centros de investigación histórica) siguen pensando que el Sistema de haciendas permitió la prosperidad económica de México. Véase, por ejemplo, el debate protagonizado entre el historiador Enrique Krauze y el antropólogo Claudio Lomnitz: “La historia en ruinas” Vs. “El mártir de Chicago”, artículos publicados en la revista mexicana Milenio, el 11 de mayo de 1998. Lomnitz sostiene que  Krauze reproduce, en Biografía del poder (1997),  los principios de la historia oficial, una “fábrica de historia”, para su uso personal. Krauze pide, dice Lomnitz, una “democracia sin adjetivos” para México, pero es incapaz de hacer una “historia sin opiniones”. 

[8] Cfr. Jesús Sotelo Inclán. Raíz y razón de Zapata, CFE, México, 1943.

[9] Documento del archivo agrario de Tetelcingo. Acta del 27 de diciembre de 1919, certificada por el presidente municipal de Cuautla, Abelardo Flores.

[10] Cfr. François Chavalier. Un facteur décisif de la révolution agraire au Mexique : Le soulèvement de Zapata 1911-1919. En : Annales. Économie, Société et Civilisation, 16 année, N. 1, 1961, pp. 66-82.