jueves, 3 de marzo de 2022

 

      El TEPJF y la elección en Tetelcingo

Ernesto Cera Tecla.

El día de hoy, tres de marzo de 2022, la Delegación política de Tetelcingo, publicó la convocatoria, para llevar a cabo la Asamblea general del poblado de Tetelcingo, con el fin de consultar nuevamente, si participa o no la planilla política de nueva creación denominada Tonochti. Esto es así, porque la quejosa Araceli Xixitla y su grupo político desestabilizador, no aceptaron el resultado de la asamblea general del 21 de diciembre de 2021 (véase: “Elección indígena en Tetelcingo 2021”, en: https://bit.ly/; también, véase: “Votación por usos y costumbres en Tetelcingo”, en: https://bit.ly/3MnvFrp). En dicha asamblea, el pueblo determinó, por usos y costumbres, excluir a Tonochti del proceso electoral delegacional, porque no había reunido los requisitos en tiempo y forma. Ante ello, la indígena  Araceli Xixitla, arropada en el falso feminismo y por grupos políticos anti-indígenas, apeló el resultado ante el Tribunal electoral del poder judicial de la federación (TEPJF), alegando discriminación política, por su condición de mujer.  El TEPJF, instancia corrupta, según el Presidente de la República, anuló el fallo del Tribunal electoral del estado de Morelos y determinó que la asamblea se realice de nueva cuenta, bajo la observación del Instituto de la mujer del estado de Morelos.  La asamblea general se llevará a cabo el martes 15 de marzo de los corrientes. Ese día, el pueblo mosiehualte podrá reorientar su voto o refrendar su rechazo al grupo político anti-indianista y a los magistrados corruptos de los Tribunales electorales, estatal y de la federación.

El TEPJF es una institución judicial y electoral sin autoridad moral para emitir fallos que fortalezcan los derechos políticos electorales. Al respecto, dice Andrés Manuel López Obrador, Presidente constitucional de los estados unidos mexicanos: El Tribunal electoral del poder judicial de la federación debe limpiarse POR CORRUPTO. Porque ni es autónomo y ni abona a la democracia. No es autónomo, porque los magistrados son nombrados por los partidos políticos y no abona a la democracia, porque responden a los intereses de los partidos y la oligarquía.[1]  Además, podemos agregar, porque han validado fraudes electorales en los últimos años (elecciones federales 2006 y  2012). Por esta razón, consideramos que el fallo del TEPJF, que invalida la resolución de la asamblea general del poblado indígena de Tetelcingo, del pasado 21 de diciembre, es desmedida, porque no respeta la voz suprema del  pueblo mosiehualte, según sus usos y costumbres. Aunque la intervención del corrupto TEPJF no es por su cuenta, sino por el llamado de indígenas anti-indígenas (Araceli Xixitla y Tonochti), personas alienadas que intentan demoler la ya fragmentada cultura local, mediante actores políticos e instituciones ajenas a la comunidad. En resumen, el TEPJF carece de autoridad moral para establecer que los indios de Tetelcingo son machistas y que no permiten la participación política de las mujeres. Esta afirmación es falsa, como sus fallos que han avalado los fraudes electorales.

El fallo, en comento, del corrupto TEPJF, a contrario de los usos y costumbres del pueblo indígena de Tetelcingo, es, simplemente, grotesco.  Los gastos en exceso del Instituto Nacional Electoral (INE) y el TEPJF son de sobra conocidos. Para este año, el INE solicitó, ante la Cámara de diputados, un presupuesto de veinticuatro mil seiscientos cuarenta y nueve millones de pesos. Aunque la Cámara de diputados autorizó, para 2022, un presupuesto de diecinueve mil setecientos treinta y seis millones de pesos.[2] El presupuesto autorizado es un mar de dinero. Sin embargo, de este fastuoso presupuesto no ha llegado ni un quinto, ni un centavo, ni un tomi a los pueblos indígenas para construir una democracia incluyente, respetando los sistemas normativos internos de los pueblos milenarios. Una gran parte de ese presupuesto se consume en los gastos excesivos de los altos funcionarios, en procesos electores cuestionables, etc. En el caso de los magistrados del TEPJF es la misma historia, el mismo descaro: los mismos gastos excesivos. El Poder judicial se ha fosilizado en el ostracismo del pasado régimen autoritario. Por lo anterior, resulta grotesco que los magistrados del Tribunal electoral del estado de Morelos, así como los magistrados del TEPJF exijan una democracia incluyente en el proceso electoral de Tetelcingo, sin que haya ni un peso (de los más de diecinueve mil millones de pesos, en 2022) para dicho proceso. El proceso electoral se lleva a cabo por el Delgado político en turno, en medio de la precariedad de todo tipo. Los indios de Tetelcingo, estamos de acuerdo una democracia incluyente, pero ésta debe ser resultado de una educación pertinente y una cultura propia de la comunidad.  El Gobierno y el Estado tienen una tarea pendiente, no de ahora, sino de siglos. Por tanto, el TEPJF debería pasar de los actos grotescos, de agresión a los usos y costumbres de una comunidad indígena, a actos jurídicos con equidad.


En general, los mosiehualte podrán reafirmarse (en la próxima asamblea general), como pueblo originario, milenario, de una cultura ancestral, de usos y costumbres, que no están contra los derechos políticos-electorales de las mujeres y de los varones. Los mosiehulte, ciudadanos e indígenas a la vez, podrán mostrarle al Instituto de la mujer de la entidad, así como al corrompido TEPJF que los quejosos, anti-indígenas, no quieren ni la democracia ni el respeto de las instituciones tetelcitecas. El voto del 15 de marzo será histórico, los mosiehualtecas podrán defender  sus instituciones que se formaron a través de los siglos (desde el año 900 de nuestra era). Los mosiehualtecas saben bien que su cultura ancestral, no puede borrarse por el fallo del TEPJF, que se funda en un falso feminismo. La cultura mosiehualte vive, resiste los embates de los anti-indianistas: Ma mochihua, ma motequepanu, quiene to costumbres.  

 



[1] Gobierno de la República. Conferencia matutina. Consultado el 03 de marzo de 2022 de https://bit.ly/3IFNYGf

[2] INE. Recibe Comisión temporal ajuste al presupuesto del INE 2022. Consultado el 03 de marzo de 2022 de https://bit.ly/35ti7Kx

lunes, 28 de febrero de 2022

 

Inferencia comunicativa en la interacción  verbal asimétrica

 

                                                                              Ernesto Cera Tecla

 

Introducción

Los procesos  de decodificación lingüística están basados en formas culturales compartidas. Las formas culturales y el conocimiento de la lengua permiten a los hablantes inferir significados. La inferencia de significados en las prácticas comunicativas, nos dice que muchas formas discursivas están basadas en significaciones no convencionales (inferencias). Así mismo, las inferencias comunicativas están determinadas por las relaciones  asimétricas de los participantes en los eventos de habla.

 La naturaleza social del lenguaje

La naturaleza del lenguaje está vinculada al marco filosófico presupuesto. Si partimos de la perspectiva cartesiana, la naturaleza del lenguaje es individual, es decir, está vinculada al pensamiento pasivo  en la adquisición del conocimiento y al criterio de conocimiento interno. Al contrario, si partimos de la filosofía de Hegel, la naturaleza del lenguaje es social y está ligada al pensamiento dinámico en la adquisición del conocimiento y al criterio de conocimiento externo. En fin, la naturaleza del lenguaje está condicionada por el marco filosófico que la fundamente: individual (cartesiano) o social (hegeliano).

 Ambos referentes filosóficos implican dos concepciones del lenguaje, dos perspectivas lingüísticas. Veamos el siguiente esquema: 

Lingüística formal[1]

Lingüística funcional

1. La función primaria del lenguaje es la expresión.

1. La función primaria del  lenguaje es la

comunicación.

2. Los enunciados se interpretan al margen de los contextos en que son usados.

2. Los enunciados se interpretan a partir de los contextos en que son usados.

3. La adquisición del lenguaje es innata.

3. La adquisición del  lenguaje es social.

4. Lo que  importa es la estructura de la lengua.

4. Lo que importa es la estructura del habla.

 

 Para el marco cartesiano el lenguaje tiene como función primordial la expresión, sus enunciados se interpretan al margen de los contextos de uso, su adquisición es innata y su importancia radica en el estudio de su estructura. Contrariamente, el marco hegeliano considera que la función básica del lenguaje es la comunicación, sus enunciados se interpretan necesariamente en el contexto de uso, la adquisición es social y su importancia estriba en el estudio del habla.  En definitiva, el marco filosófico cartesiano fundamenta la lingüística formal que estudia el lenguaje como fenómeno expresivo o individual y el hegeliano la lingüística funcional que estudia el lenguaje como fenómeno comunicativo o social.

 En general, para la lingüística formal, el lenguaje es un sistema de signos que sirve para expresar ideas, sentimientos, comportamientos, independientemente de los contextos. El lenguaje es un signo del pensamiento,  es una facultad propia del ser humano, es la expresión creativa del pensamiento que prueba la existencia del pensamiento  individual.[2]  En tanto que para la lingüística funcional, el lenguaje se entiende como un sistema de signos que sirve para comunicar e interpretar significados de acuerdo a los contextos. 

 Enseguida abordamos el lenguaje desde la lingüística funcional.

La comunicación

El lenguaje es de naturaleza social y su función esencial es la comunicación. La comunicación consiste en el uso cotidiano de la lengua oral y escrita. En la práctica conversacional, la comunicación es esencialmente dialógica, requiere mínimamente dos o más participantes. Aún más, Jakobson propone considerar los siguientes elementos de la comunicación: 

Hablante A: Persona que envía un mensaje.

Oyente B: Persona que decodifica el mensaje.

Contacto o canal: Medio por el que se trasmiten los mensajes (escritura u ondas sonoras).

Mensaje: Idea o pensamiento comunicado en el acto de habla.

Contexto: Datos de la realidad externa por el que el mensaje se hace comprensible.

Código: Sistema de signos usado para elaborar los actos de habla.

Hasta aquí hemos señalado seis factores que   posibilitan la comunicación dialógica:[4]

Hablante (destinatario, emisor, codificador, remitente, poeta, autor, narrador).

Oyente (decodificador, receptor, destinatario, lector, intérprete).

Código (sistema de signos lingüísticos, lengua).

Mensaje (idea, pensamiento, discurso dado, texto).

Contexto (referente: mundo de objetos y relaciones o mundo objetivo)

Contacto (Conexión entre hablante y oyente mediante la escritura u oralidad).

Cada uno de los seis factores corresponde una función comunicativa:

Función Emotiva (Expresiva)

Función Conativa (Apelativa)

Función Metalingüística (Lengua-lengua)

Función Poética (Estética)

Función Referencial (Informativa, expositiva, cognoscitiva, denotativa)

Función Fática (Interconexión). 

Ejemplos de las funciones comunicativas

a). Hablante y función emotiva

La función emotiva  o expresiva se centra en la expresión directa de la actitud del hablante. Informa el estado de ánimo del emisor. Tiende a producir una impresión de cierta emoción verdadera o fingida. El hablante se sirve de unos rasgos expresivos para patentizar su admiración, alegría, cólera o su actitud irónica. Ejemplo:

[1]

-Tengo frío.

-Te amo. 

-La noche está estrellada...

b). Oyente y función conativa

La orientación hacia el destinatario o función conativa, tiene relación con la segunda persona y halla su más pura expresión en el imperativo. El hablante quiere conseguir algo del oyente: influirlo, aconsejarlo… Ejemplo:

[2]

-¡Vete!

-¿Me prestas tu libro?, entre otros.

c). Canal y función fática

Hay mensajes que sirven sobre todo para establecer, interrumpir, continuar o finalizar la comunicación, sirve para cerciorarse  de que el canal de comunicación funciona.

En una llamada telefónica:

[3]

A.-  ¡Bueno..!

B.-  ¡Bueno…!

A.- ¿Me escuchas?

B.-  Sí, si no ya te hubiera colgado.

d) Mensaje y función poética

 La orientación hacia el mensaje es la función poética del lenguaje. Ésta se centra en la forma del mensaje. La función poética no es la única función del arte verbal (poesía clásica),  sino sólo su función dominante. Esta función también está presente en el uso cotidiano del lenguaje:

[4]

A.- “¿Por qué dice usted siempre Ana y María, pero nunca María y Ana? ¿Prefiere usted a Ana sobre su hermana?

B.- Nada de eso, simplemente suena mejor-.”[5]  

Ahora, veamos algunos versos recogidos en un grupo de quinto grado de primaria de la Presa Tulpetlac, estado de México: 

[5]

 

En el puente se me cayó el reboso, pensabas que te quería estúpido baboso.

 

Agua de piña, agua de arroz

chinga tu madre si andas con dos.

 

No eres una rosa, no eres un clavel, eres una mierda embarrada en un papel.

 

Chile piquín, chile vinagre si no me quieres, chinga tu madre.

 

No lloro por un amigo, no lloro por un conejo, lloro por un pinche pendejo.

 

 

Que estarás haciendo con ese conejo le estarás hablando de mí o te estarás haciendo pendejo.

 

e) Contexto y función referencial

La función orientada hacia la tercera persona o función referencial. Establece la relación entre el hablante y el mundo. Puede ilustrarse con los siguientes ejemplos:

 [6]

3.1. La tarde está lluviosa.

3.2. El huracán Manuel causó estragos en Acapulco.

3.3. El hombre es animal racional.

f). Código y función metalingüística

En la función metalingüística el lenguaje habla del lenguaje mismo. Cuando el hablante y el oyente  quieren confirmar que están usando el mismo código, el discurso se centra en el código: 

[7]

-“Se la cargó.

-¿Qué significa cargársela?

-Ah, es un dicho nuevo. Cargarse a uno significa matarlo.

 Las enunciaciones dialógicas tienen dos tipos de significados: uno literal o convencional y otro, no literal o no convencional. Así, una enunciación tiene significado sólo si el oyente están en condiciones de reconocerlo. Los significados se presentan como intenciones de los hablantes fundadas en el reconocimiento de ciertas reglas comunes. ¿Cuáles son esas reglas comunes?

 Según Grice, los participantes en una práctica conversacional recurren a la cooperación para llegar a un “acuerdo” sobre el mensaje que se quieren comunicar. Por ejemplo, en una reunión académica de profesores universitarios, los intereses de cooperación consisten en compartir información, distribuir actividades encaminadas hacia un objetivo común. Las ideas que tienen unos de otros sobre el discurso de profesores, hace suponer que comparten un conocimiento mutuo. Esto significa que toda práctica comunicativa requiere un principio de cooperación: “Que su contribución conversacional corresponda  a lo que se exige, en la fase alcanzada por ésta, mediante el fin o la dirección aceptados del intercambio verbal en el que (se está) comprometido”.[6]  Ésta máxima se subdivide en:

a. Cantidad.

- “Que su contribución contenga tanta información como sea preciso”.

- “Que su contribución no contenga más información de lo que sea preciso”.

b. Cualidad.

- “Que su contribución sea verídica”, “No afirme lo que Usted cree que es falso”, ni “aquello para lo que le faltan pruebas”.

c. Relación.

-“Hable a propósito”: que su contribución sea pertinente.

d. Modo.

-“Hable claro”: evite la ambigüedad, el desorden.

La máxima conversacional presupone una serie de reglas del juego creadas por los hablantes para condicionar la conversación y lograr una comunicación eficaz.  De aquí que la implicatura sea resultado de una interpretación  de la enunciación del hablante:  del significado literal de las palabras y de los elementos contextuales y culturales compartidos. Una implicatura conversacional es un significado distinto al convencional que el hablante intenta trasmitir.

 Por lo anterior, podemos decir que para Grice, la comunicación cotidiana presupone la oposición  de implicatura e  implicación. La implicación refiere a la lógica formal.

 Ejemplo [1]

A.  Todos los hombres son mortales.

B.  Sócrates es hombre. Por tanto,

C. Sócrates es mortal.[7]

 Ejemplo [2]

A. Todos los hombres se sonrojan”

B. “Algunos hombres se sonrojan”

 La enunciación “Sócrates es mortal” es una implicación de “Todos los hombres son mortales”. En el ejemplo [2] sucede la misma derivación lógica. Sin embargo, el siguiente ejemplo rompe ese orden lógico:

 Ejemplo  [3]

A. “Todos los mexicanos son obradoristas”

B. “Algunos mexicanos son obradoristas”

Veamos ahora una práctica comunicativa cotidiana.

 A. Usuario del Metro, en la Ciudad de México. B. Vendedora de boletos en la taquilla de la estación Constitución de 1917.

Después de hacer fila frente a la taquilla del Metro, el usuario dice:

A. ¡Cinco!

B. (...)

A. Gracias

 ¿Qué se dijeron? ¿Lograron comunicarse? Sin duda, la comunicación fue eficaz. La interacción pudo tener el siguiente orden:

A. (Buenos días..., me da) ¡cinco! (boletos del Metro.)

B. (Sí, ¿Cómo no?) [...] (Aquí tiene.)

A. Gracias

El ejemplo [3] muestra que la implicación lógica dista mucho de la lógica comunicativa, más precisamente de la implicatura. La implicatura en la comunicación es la relación lógica no formal. Veamos otra práctica comunicativa.

 Ejemplo [4]

A. Llega impacientemente frente a la puerta (entre-abierta) de la casa de B.

A.  ¡Apúrate te estoy esperando!

B. Ya nos vamos.

La respuesta de B no tiene relación con lo que enuncia A. La no correspondencia estructural de la enunciación entre A y B es lo que concierne a la implicatura conversacional. En la interacción, A tiene una  intención comunicativa para B, quiere decirle: (acordamos en ir a comer) “¡Apúrate te estoy esperando!” (Se nos hace tarde). B, entiende la intención de A: (Tienes razón, ya se me había olvidado, pero) “Ya nos vamos”. El ejemplo muestra un significado literal: “Apúrale te estoy esperando”. Por otro, un significado no literal o intencional: (Acordamos en ir a comer) (Se nos hace tarde). El significado no literal es resultado del proceso de inferencia que realiza B a partir del significado literal de la enunciación. La implicatura en la comunicación requiere de elementos ligados a la forma cultural y al contexto de uso.  

 Analicemos algunas prácticas comunicativas

 Ejemplo [5] 

El evento comunicativo sucede en una escuela primaria de Ecatepec, edo. de México,  participa una madre de familia mixteca y el maestro de grupo mestizo. El día lunes, la madre conduce a su hijo al salón de clase.  Ese día, la madre le dijo al maestro:

A. “Maestro, niño estudiar, pegar”

B. “Está bien señora, no se preocupe”

 Si suponemos que la madre ha querido decir lo que las palabras dicen convencionalmente, entonces ha dicho una contradicción: (Maestro el) niño (debe) estudiar (y le debe) pegar. Literalmente: al niño que estudia hay que pegarle. En el acto de habla se viola la primera máxima, la de cantidad: “Que su contribución contenga tanta información como sea preciso”. Sin embargo, la violación de la primera regla conduce a B al proceso de inferencia. En el turno de B se infiere que A quiere decir otra cosa distinta al significado literal. Según el contexto, A quiso decir:

 A. Maestro (le encargo a mi hijo, porque es un) niño (que debe) estudiar, (si no quiere estudiar, Usted le puede) pegar.

 El ejemplo muestra claramente la cooperación de B y por eso la comunicación se realiza eficazmente. La cooperación de B consiste en llevar a cabo el proceso de inferencia de lo que A tiene intención de comunicar. Participar en el proceso de inferencia significa que A y B cooperen con los presupuestos culturales compartidos. B no hubiese inferido la enunciación de A si no supone que  es una persona  hablante de lengua indígena y español y que su condición de hablante bilingüe implicaba la puesta en marcha de una estrategia discursiva. A pesar de los obstáculos convencionales, el ejemplo muestra que ambos compartían conocimientos de una cultura escolar.

Ejemplo [5] [8]

¿Vas a la fiesta?

Va a llover mucho.

 Ejemplo [6]

¿Vas a la fiesta?

Estoy comprometido.

En [5], las palabras de B responden la pregunta de A (satisface la máxima de pertinencia). La respuesta de B tiene algo que ver con su intención de asistir o no a la fiesta. Se infiere que la posibilidad de lluvia significa que B no piensa ir a la fiesta. Depende también de lo que se sabe de la fiesta y en Zinacantan un impedimento principal a una fiesta alegre es el lodo producido por la lluvia. La información del contexto cultural contribuye de manera importante para el proceso de inferencia conversacional. Así sucede también en el ejemplo [6], si entendemos la palabra compromiso como una responsabilidad social con una persona cercana. La respuesta de B en [6] implica, en el contexto cultural y conversacional, que sí va a ir a la fiesta.

 Ambos ejemplos, nos dicen que los procesos de inferencia conversacional siguen patrones que se derivan del contexto cultural como de la situación conversacional, o bien de los significados mismos de las palabras y expresiones que se emplean.

 Ejemplo [7]

El evento de habla trata de una conversación entre dos jóvenes estudiantes en un café universitario.[9] A le está plateando a B acerca de un viaje que había hecho a Carolina del Norte durante las vacaciones. El diálogo comienza en forma repentina:

A.  Como venía diciendo, cuando estuve en Carolina del Norte, como venía diciendo, ya sabes, como, Dios mío! No hay ni una cafetería...

B. ¿Te sentías un tanto pérdida?

A. ¡Me sentía así, como Dios! No hay nada qué hacer! Y no es que quisiéramos hacer algo, simplemente estábamos...

En el evento de habla nos damos cuenta que A no proporciona una idea clara sobre qué es lo que quiere decir. Lo sabemos hasta que B toma su turno y responde  a A. Lo que ella está diciendo en el primer turno es que: “no hay nada que hacer para nosotras en Carolina del Norte y que estábamos aburridas”. Lo significativo de este evento es lo que se entiende con una cantidad mínima de información y no lo que se dice literalmente. La explicación de la comprensión del significado no convencional tiene que ver con el hecho de que ambas estudiantes estaban compartiendo la naturaleza de la interacción. Tenían la misma representación mental o forma cultural de lo que estaba sucediendo. Esta clase de interacción del discurso cotidiano es una plática casual, representativa de una cultura americana estudiantil. 

El evento de habla nos da información sobre las diferencias y presupuestos culturales de un pequeño grupo que comparte estrategias discursivas. Nos dice también que la sociedad está conformada por pequeños grupos comunicativos, grupos cara a cara, delimitados por estrategias discursivas compartidas. El compartimiento de estrategias es posible porque los interactantes comparten ambientes grupales similares. En caso contrario, los hablantes pueden generar problemas de comprensión o malentendidos culturales. 

La incomprensión comunicativa conduce muchas veces a un problema social,  cuando el conflicto no se resuelve desde el carácter lingüístico de lo que se habla, sino desde los estereotipos interétnicos y visualizan los problemas de la interacción como un reflejo de un conocimiento imperfecto: teniendo como argumento una ideología lingüística dominante. Esta es la forma como opera la hegemonía lingüística o la dominación simbólica: el cuestionamiento del comportamiento comunicativo del otro en términos de una ideología lingüística dominante.

 Ejemplo [8]

El evento de habla sucede en una familia nahua. El intercambio verbal se hizo  el mismo día que en Estado Unidos sentenciaron a pena de muerte a un mexicano. La noticia se había difundido por los medios masivos de comunicación. El hablante bilingüe -náhuatl-español- A se dirige a su par étnico B. En el mismo momento, tres personas mestizas (C) entran a la casa.

 A. Lo oíste lo  mataron uno de México, o que sea, uno de mexicano de México lo mató un gringo.

B. Sí escuché las noticias que un mexicano mató a un gringo y por eso lo mataron.

C. ¿Qué dijo? No entiendo lo que quiere decir. ¡Está mal dicho! -Dijo C a D-

La actitud lingüística de C es un reflejo de la dominación simbólica o hegemonía lingüística. La no cooperación y la formulación de un juicio de rechazo con base a estereotipos étnicos, nos dicen que los hablantes ponen un marcha una ideología lingüística dominante.   ¿Por qué decimos que el juicio tiene como base estereotipos étnicos? Porque las intenciones comunicativas de los hablantes son comprensibles con una mínima información y porque la estructura conversacional no tiene un orden lógico, sino más una instancia que lleva a cabo procesos de inferencia  a partir de ciertas formas culturales.

 A propósito de la dominación simbólica, Bourdieu (1995) dice que cualquier intercambio lingüístico conlleva un acto de poder, al participar hablantes que tienen posiciones sociales asimétricas en la sociedad.[10]  En efecto, las relaciones lingüísticas son siempre relaciones de fuerza simbólica. Por consiguiente, resulta imposible interpretar un acto de comunicación dentro de los límites de un análisis meramente lingüístico. Incluso hasta el intercambio lingüístico más sencillo   involucra una compleja red de relaciones de fuerza históricas entre el locutor, dotado de una autoridad en diferentes grados, así como entre los respectivos grupos a los que pertenecen.   En una sociedad colonial o poscolonial, el dominado adopta la lengua del dominante. Esta actitud lingüística está condicionada por el sexo, la escolaridad, la clase social, la residencia. Las variables participan en la determinación de la estructura objetiva (inconsciente en los locutores) de la acción comunicativa, por tanto, el intercambio verbal inferencial dependerá sustancialmente de dicha estructura objetiva. Por ello, si un mestizo se dirige a  un nahua,  no son dos personas las que conversan e infieren, sino, a través de ella, se  pone en juego toda la historia colonial o poscolonial, toda la historia de discriminación social,  toda la historia de la opresión económica, política y cultural de los nahuas de México.

En conclusión, los procesos de inferencia en la interacción verbal de la vida cotidiana tienen como base el contexto cultural y  las relaciones asimétricas de los interactantes. El acto verbal (o acto de habla) basado en inferencias comunicativas nos habla de un conflicto lingüístico entre interlocutores o de una relación asimétrica entre participantes.

 

Bibliografía

BOURDIEU, Pierre y Loïc J. D. Wacquant. Respuestas por una antropología reflexiva, Grijalbo, México, 1995.

CARON, Jean. Las regulaciones del discurso,  Gredos, Madrid ,1983.

GRAMSCI, Antonio. Los intelectuales y la organización de la cultura, JP, México 1975.

GUMPERZ, John. El significado de la diversidad lingüística y cultural en un contexto post-moderno, en:  MUÑOZ, Héctor. El significado de la diversidad lingüística y cultural, UAM-I/INAH, México, 1996.

HAVILAND, John. Las máximas mínimas de la conversación natural en Zinacantan, en: Anales de antropología, UNAM, México, 19982.

 



[1] Cfr. FIGUEROA, Esther. “Sociolingüístic metatheory”, Pergamon, London,  Press, 1984. P. 22.

[2] Cfr. CHOMSKY, Noam. La linguistique cartesienne, Édition du Seuil, Paris, 1969. Cfr. POSIN, Alicia. Le langage est-il seulement l’essence del homme ? Recuperado el 05 de enero de 2022 de  https://bit.ly/2zEVr6j Cfr. LUDWING, Pascal. Le langage, Flammarion, Paris 1997.

[3] JAKOBSON,  Roman. El marco del lenguaje, FCE, México, 1996. Pp. 81-91.

[4] JAKOBSON, Roman. Arte verbal, signo verbal, tiempo verbal, FCE, México, 1992. Pp. 1995-224.

[5]Ibidem.

[6] Cfr. CARON, Jean. Las regulaciones del discurso,  Gredos, Madrid 1983.

[7] Cfr. AUSTIN, John L. Cómo hacer cosas con palabras, Paidós, Argentina 1971. Pp.  217

[8] HAVILAND, John. Las máximas mínimas de la conversación natural en Zinacantan, en: Anales de antropología, UNAM,  México 1982.

[9] Retomado de: GUMPERZ, John. El significado de la diversidad lingüística y cultural en un contexto post-moderno, en:  MUÑOZ, Héctor. El significado de la diversidad lingüística y cultural, UAM-/INAH, éxico 1996.

[10] Cfr. BOURDIEU, Pierre y Loïc J. D. Wacquant. Respuestas por una antropología reflexiva, Grijalbo, México 1995.