sábado, 9 de abril de 2022

 

¡Mosiehualte, tiabe! ¡Mosiehualte, tebe!


Ernesto Cera Tecla

 

El pasado seis de abril de 2022, Comisiones unidas del Congreso del estado de Morelos, aprobó un Proyecto de acuerdo que exige al Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (IMPEPAC), lleve a cabo una “consulta indígena previa para la creación del Municipio Indígena de Tetelcingo, Morelos.”[1] Este Proyecto de acuerdo será discutido en el Pleno del congreso, para sancionarlo. ¿De qué se trata esta Consulta indígena previa ordenada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)? La Consulta previa es un requisito legal previo, para declarar, constitucionalmente, MUNICIPIO al pueblo mosiehualteca. El mandato de la SCJN al Congreso del estado y éste al IMPEPAC es de mucha trascendencia, porque está vinculado a una demanda histórica de nuestro pueblo indígena. En esta Consulta indígena previa es importante que caminemos juntos, que todos los indios e indias alcemos la voz, que peregrinemos juntos, como lo hicieron nuestros antepasados, los de antes, los de la palabra antigua, los viejitos, los sabios, los primeros descendientes del Tlalocelotl (el “Hombre jaguar”). Que sigamos los pasos de nuestros ancestros, los que, con arcos y flechas, defendieron el territorio frente al conquistador Hernán Cortes, el Marquéz del Valle de Oaxaca (1521-1547); que sigamos el camino de nuestros grandes señores que, organizados en comunidad, pusieron un alto al hijo del conquistador, Martín Cortés (1547-1575); que vayamos tras nuestros abuelitos y abuelitas que, a pala y yunta, el metlapil y el metate, erosionaron la tiranía del sistema colonial (1575-1821); que sigamos el ejemplo de los mosiehualte que, con la lucidez de su pensamiento, no creyeron en las mentiras de liberales y conservadores del siglo XIX (1821-1910); memoremos a nuestros muertos que, con chincuete y cotón, sombrero y huaraches, hondas y piedras, pelearon contra los hacendados de principios de siglo XX (1910-1924); imitemos nuestros hermanos de antes que, organizados y hablando todos, resistieron a los gobiernos posrevolucionarios autoritarios y corruptos (1924-1988), sigamos, pues, los pasos de nuestros mayores que, organizados y movilizados,  sobrevivieron al gobierno que saqueó y fomentó la corrupción (1988-2018) y, últimamente, nosotros, los mismos de antes, nos toca tomar la palabra  y actuar en todas su formas, para que toaltepietl (nuestro pueblo), se haga tobiebealtepietl (Teteltzincu: Municipio indígena), es decir, que Tetelcingo vuelva a florecer, para que el crecimiento y bienestar de todos y todas se haga realidad y que, la palabra “indio” quede en el pasado oscuro y renazca nuestra verdadera identidad, nuestra persona verdadera: MOSIHEUALE.  ¡Mosiehualte, tiabe! ¡Mosiehualte, tebe!

 

Hernán Cortés, el cachopi, invadió el territorio azteca en 1519 y erigió el primer municipio libre en México, sin embargo, Tetelcingo, un pueblo ancestral, ha sido reducido a objeto de derecho y se le ha negado el estatus de sujeto de derecho. Hernán Cortés fue, según el derecho castellano de la época, un delincuente, un corsario, un alzado del gobierno de Diego de Velázquez, en Cuba. Este corsario creó el primer municipio en el estado de Veracruz, en 1519. Las instituciones mexicanas reconocen a este invasor y transgresor de la ley como el precursor del Municipio libre.[2] Sin embargo, Tetelcingo, un pueblo indígena originario, que se asentó desde el año 950, según el manuscrito “Crónica mexicayotl” de Hernando Alvarado Tezozomoc, se le ha negado, hasta ahora, la autodeterminación política. No obstante, en 2014, revino una esperanza política. El exgobernador Graco Luis Ramírez, envió una iniciativa de ley al Congreso del estado para la creación de cuatro municipios indígenas en el estado de Morelos: Xoxocotla, Coatetelco, Hueyapan y Tetelcingo. Después de la oposición de los anti indianistas (verbigracia, RAÚL TADEO NAVA Y MARÍA PAOLA CRUZ TORRES, entre otros), el Poder legislativo aprobó, en junio de 2016, la reforma al artículo 40 constitucional del estado de Morelos, para la creación de los municipios indígenas. Más allá de los opositores, en diciembre de 2017, el Poder ejecutivo, publicó en el periódico oficial “Tierra y libertad”, el Decreto de creación de los cuatro municipios indígena.[3] Xoxocotla, Coatetelco y Hueyapan transitaron de pueblo a municipio indígena. Sin embargo, Tetelcingo no tuvo la misma suerte. En el pueblo mosiehualte, el proceso de municipalización se detuvo, porque el expresidente municipal de Cuautla, Raúl Tadeo Nava, interpuso una controversia constitucional ante la SCJN.[4] Este expresidente  recurrió al máximo tribunal de justicia, para demandar al Poder legislativo y ejecutivo por haber actuado, según su creencia, inconstitucionalmente, en la edificación del municipio Tetelcinga. El recurso de inconstitucionalidad paralizó el proceso de autodeterminación indígena.  En resumen, el corsario Hernán Cortés es legitimado por el Estado mexicano y el pueblo de Tetelcingo, invisibilizado.

 

El expresidente de Cuautla, Raúl Tadeo Nava y la ex síndica María Paola Cruz Torres (actual diputada local, por Morena) detuvieron la municipalización en Tetelcingo, por atender intereses mezquinos.[5] El 29 de enero de 2018, la ex síndica, María Paola Cruz Torres, interpuso el recurso de Controversia constitucional ante la SCJN, contra el Congreso del estado de Morelos, el Poder ejecutivo de la entidad y el Secretario de gobierno del mismo estado. El municipio reclamó, a través de Tadeo Nava y Paola Cruz, invalidez del Decreto (22-12-2017) que erige a cuatro pueblos indígenas en municipios (Xoxocotla, Coatetelco, Hueyapan y Tetelcingo): el Decreto de creación de municipios indígenas es, según ellos, “inconstitucional al no cumplir con los requisitos constitucionales de creación de decretos…”, entre otros incisos.[6] En el segundo aparatado de reclamo, dice el documento de Controversia: “ o) Que al segregarse (Tetelcingo) del Municipio de Cuautla una parte importante de su territorio…”, entre otros incisos. ¿El territorio de Tetelcingo es de Cuautla? Claro, que no, pero éste tema lo abordaremos en otro texto. De todas las inconformidades presentadas en la Controversia, la SCJN determinó: “Ahora, no pasa inadvertido para este Tribunal Pleno que el Municipio de Cuautla combate de manera específica el proceso legislativo de creación del municipio… Sin embargo, dichos conceptos de invalidez no serán analizados dada la conclusión hasta aquí alcanzada.” En otras palabras, la SCJN invalidó dicho decreto, pero no por la inconformidad del municipio de Cuautla, que alegó la inconstitucionalidad en el proceso legislativo de creación del municipio de Tetelcingo, sino porque el poder legislativo de Morelos, no realizó la CONSULTA INÍGENA PREVIA, que establecen el artículo 2° de la Constitución federal y el artículo 6 del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo. Por tanto, la Controversia constitucional interpuesta por los políticos oportunistas y arribistas, Raúl Tadeo Nava y María Paola Cruz Torres, pausó el proceso, no terminó con él.

 

Desde el 2018, la SCJN ordenó que las autoridades demandadas en la Controversia constitucional, tomaran las medidas necesarias en un plazo razonable y suficiente, para realizar la Consulta indígena previa y erigir al pueblo de Tetelcingo en Municipio. Cuatro años después, el seis de abril de este año, el Congreso del estado de Morelos, retoma el caso y Comisiones unidas elaboró un Dictamen con Proyecto de acuerdo, para que el Pleno del Congreso del Estado la apruebe (o no) en la próxima sesión ordinaria. Después de una probable aprobación, el IMPEPAC estaría obligado a realizar la CONSULTA INDÍGENA PREVIA, para que Tetelcingo devenga Municipio libre. Frente a este hecho histórico, el Municipio de Cuautla, ya encendió las alarmas. El actual presidente municipal de Cuautla, Rodrigo Arredondo, emanado del Partido Movimiento de Regeneración Nacional, declaró ante los medios de comunicación, que la Consulta indígena previa “la mandata la SCJN, pero que será un proceso muy tardado: el Congreso y el IMPEPAC tendrían que ver si hay recursos, etc., etc. Es todo un proceso y no será tan rápido, será muy tardado, por lo complicado del tema. (La municipalización de Tetelcingo) es negativa, Cuautla es todo, todos somos Cuautla, así lo dije en campaña y no he cambiado de opinión… Vamos a invertir bastante en obra pública en Tetelcingo… Entonces, la división no es buena…, a los tres municipios (indígenas no les ha ido del todo bien)…, no les veo ninguna situación de éxito, al contrario, veo puros problemas”.[7] El comentario, es lamentable, es un razonamiento precario, pueril, pero a la vez, racista y discriminatorio. El presidente municipal Arredondo se suma a los políticos arribistas y oportunistas, vulgares y ambiciosos, como el ex presidente municipal Raúl Tadeo Nava y la diputada local, María Paola Cruz Torres. Los tres opositores a la municipalización de Tetelcingo, asaltaron las candidaturas de los puestos de elección popular en el partido MORENA y se colgaron de la fuerza moral y legitimidad política del actual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, pero este trío opositor está muy lejos de la ideología de la  Cuarta transformación. Para muestra, basta un botón. El actual presidente municipal de Cuojtlo, Rodrigo Arredondo, está atrapado en el pasado decimonónico, está perdido en el nacionalismo del siglo XIX, cuando el Presidente de la república plantea a nivel federal, una historia nacional fundada en la diversidad cultural, étnica y lingüística.  Así, el comentario de Rodrigo Arredondo es mediocre y pueril, porque: primero, los mandatos de la SCJN no se detienen por la falta de recursos; segundo, nadie está dividiendo a Cuautla, simplemente se está reconociendo el territorio ancestral de los indios de Tetelcingo y su derecho a la autodeterminación política; tercero, la lucha de los mosiehualte, desde hace quinientos años, no es para tener obra pública; cuarto, los problemas internos de los pueblos indígenas es incumbencia solamente de esos pueblos: decir que los indios no saben gobernarse, es expresar implícitamente un sentimiento de superioridad, es asumirse como cacique, hacendado, modelo de gobierno, cuando en el municipio (de Cuautla) la miseria, la inseguridad, la prostitución, la corrupción…, brotan por todos lados. En fin, la Consulta indígena previa debe seguir su curso y los mosiehualte debemos unirnos, levantarnos, tomar las hondas y las piedras, para que la ORDEN de la SCJN sea acatada por el Congreso del Estado de Morelos y éste le exija al IMPEPAC realizar dicha Consulta indígena.


 Finalmente, hermanas mosiehualte, hermanos mosiehualte, debemos caminar juntos. En este momento,  la municipalización de Tetelcingo es, según la historia política del pueblo, el valor superior, el que está por encima de cualquier interés individual o colectivo. Para crecer económicamente y aumentar el bienestar de los mosiehualte, necesitamos tener nuestro propio gobierno, nosotros debemos determinar, en nuestro territorio, el tipo de educación que queremos, dignificar nuestra cultura, impulsar proyectos económicos pertinentes, establecer un sistema político democrático e incluyente, etc. En el municipio indígena mosiehualte tendrán una vida digna: los cueteros, los que matan marranos, los chamanes, los músicos, los albañiles, los que sacan hojas de totomastle, las tortilleras, los ejidatarios, las tlacualeras, los profesionistas, las tlononutzas, los sonideros, los tatuadores, los jornaleros, los nahuales, los maestros indígenas, los y las jóvenes, los hechiceros, los prestadores de servicio del transporte público, los empleados de las abarroteras, los desempleados, los diableros, las trabajadoras domésticas,  los cargadores, los comerciantes fijos, semifijos y ambulantes; los meseros, los rotulistas, los choferes, las madres solteras, las nontle, los que desgranan maíz, los motloquiehuale, los hueseros,  los rosanderos (rezanderos),  los tajtle, los molineros y anexas.  Debemos unir nuestras voces, debemos olvidar por un momento las diferencias y pelear con el único enemigo: El Cachopi, El Quixtiono, La Xenula, los que mandan. Nuestros hermanos y hermanas no son nuestros enemigos, sino aquellos que dominan, aquellos que explotan, aquellos que nos han despojado parte de nuestro territorio, los que nos han mantenido en la desigualdad y la pobreza, los mismos que nos dicen ignorantes, atrasados, machistas, pobres, rudos, alcohólicos, mugrosos, Marías, tetelcingos, huarachudos, bicicleteros y demás vituperios. ¡Mosiehualte, tiabe! ¡Mosiehualte, tebe! Ma mochihua, ma motequepanu, ma mochihua ijquehuo, ijquehuo quetohua, ijquehuo queneque tonontsi. ¡Ay! Deus. ¡Ay! Tonontsi, totatsi.

 



[1] H. Congreso del Estado de Morelos. Aprueban diputados que requiere al IMPEPAC realizar consulta para crear el Municipio de Tetelcingo. Consultado el 09 de abril de 2022 de https://bit.ly/3OaWhNB

[2] Véase, “Discriminación jurídica del pueblo de Tetelcingo”, en: https://bit.ly/37n4M7g

[3] Véase, “Autonomía política indígena desde arriba”, consultado el 9 de abril de 2022 de https://bit.ly/3Jsl0JA

[4] Véase, “Controversia constitucional: Estado vs. Municipio”, consultado el 9 de abril de 2022 de https://bit.ly/3E1v6A9

[5] Véase, “Tadeo Nava: un político chapulín en la posverdad”, consultado el 9 de abril de 2022 de  https://bit.ly/3JnCIOs 

[6] SEGOB. Diario oficial de la federación, 23-marzo-2021. Consultado el 09 de abril de 2022 de https://bit.ly/3KIedNr

[7] Objetivo 19. Más problemas que beneficios creación del municipio de Tetelcingo: Rodrigo Arredondo… Consultado el 09 de abril de 2022 de https://bit.ly/3NZIrgU

domingo, 3 de abril de 2022

 

Mosiehualismo “Chincuete”

Ernesto Cera Tecla

 

En este pequeño totlajcuilogomatl (nuestro escrito) reflexionaremos en torno al uso de la palabra “chincuete” en la comunidad indígena de Tetelcingo. Desde el inicio de la época colonial, el sustantivo se ha entendido,  por la comunidad mosiehualtecatl, como “vestido” de la mujer étnica y adulta del poblado. En este mismo sentido, Forrest Brewer y Jean G. Brewer, en su “Vocabulario mexicano de Tetelcingo, Morelos”, también registran “chincuete” con el significado de “vestido”.  No obstante, en las entradas mosiehual-español, los autores dicen que “cuieyetl” es “falda”, “vestido” o “chincuete”. También encontramos en el referido apartado del Vocabulario, la entrada de “xejnulajcuieyetl” como “vestido de señora de fuera” (o mujer no indígena).   De lo anterior, observamos que existe una regularidad en torno al significado de la palabra, los hablantes mosiehuale-español, los hablantes monolingües español y el Vocabulario de Brewer, consideran que  “chincuete” denota “vestido”, “falda” y “vestido de señora indígena y señora no indígena”. Este hecho lingüístico y sociolingüístico prueba que “chincuete” no es una palabra mosiehuale, sino un nahuatlismo o mejor dicho, un mosiehualismo, una palabra de la lengua mosiehualcupa incorporada al léxico del español de México. Por tanto, es un imperativo explicar su origen y significado amplio y restringido.

 


Chincuete es un mosiehualismo  del español de México. Los mosiehualismos o nahuatlismos son palabras tomadas del mosiehualcupa o náhuatl e  incorporadas al español de nuestro país.  Los mosiehualismos refieren, por un lado, a una realidad del universo cultural y lingüístico  mosiehualte. Por otro, remiten, dice Garibay, a las palabras creadas o inventadas a partir de las reglas del español de México, como: enchilar, enchilada, enchilado, etc.[1] Así, chincuete es una palabra compuesta desde las reglas del español mexicano. “chincuete” se compone del prefijo “chin” + el sustantivo “cuete”.   En el mosiehualcupa los sustantivos están marcados por un sufijo. Los principales sufijos son: -tle, -tl, -e ó -i, -tzi ó tzin, -tu. Ejemplo, cac-tle “huarache”, cuieye-tl “falda”, cal-e “casa”, bieben-tzi “anciano o viejito” y caca-tu “sapo”.[2]  En la misma lengua, los prefijos, junto con los sufijos y los clíticos se juntan o aglutinan para formar una sola palabra. Las lenguas aglutinantes son aquellas que forman palabras mediante prefijos, sufijos y clíticos, expresando una palabra-oración: Por ejemplo: nehualmoyecastemojmolunij̱tzinutiṉemis̱quioni̱ “ustedes hubieran andado hacia acá topándose la nariz, haciéndola sangrar, pero no lo hicieron”. [3] Las lenguas aglutinantes son: alemán, mosiehualcupa, japonés, comanche, tarasco, entre otras. En resumen, chincuete es un mosiehualismo constituido del prefijo chin- de tzin-  + sustantivo cuete de cuieyetl “falda”.


In memoriam: Choletzi Tetla.


El prefijo o sufijo “tzi o tzin” es parte del sistema honorifico del dialecto o variante mosiehualcupa. Una característica importante de esta lengua es el uso del habla honorifico o ultra honorifico (de reverencia o ultra reverencia). Este hecho de habla se observa en nombres, pronombres y en los verbos. El morfema honorifico principal es el sufijo -tzi o -tzin. El morfema “tzin” significa: diminutivo, afecto y respeto. El uso más común es el  sufijo en los nombres propios, sobre todo, en personas casadas. Malintzi “Doña María”, Xuxektzi “Don José”.[4] Sin embargo, también es común el uso del ultra honorifico del mismo morfema para expresar mayor respecto en ciertas situaciones de comunicación: Por ejemplo, el habla entre compadres o padrinos, o cuando se ora a un Dios. Ejemplos, uso honorifico: tlocatl “hombre”: tloca-tzi “hombre de respeto”; uso ultra-honorifico: tlocatl “hombre”: tloca-tzintle “hombre digno de respeto” (podríamos decir: Tlocatzintle (hombre digno de  respeto) Andrés Manuel López Obrador, biebe tlajtohuone ipa Miexejcu “presidente de México); otl “agua”: o-tzintle “agua sagrada”; yetl “frijol”, yetzintle “frijol sagrado”. En resumen, el mosiehualcupa de Tetelcingo tiene un sistema altamente reverencial; los nombres o sustantivos, pronombres, verbos y locativos, incorporan este sistema honorifico o ultra-honorifico.[5] El sentido es: diminutivo, reverencial y afección.

 

El prefijo “-tzin” de chincuete tiene un sentido honorifico de diminutivo. Expusimos arriba, chincuete se compone de “chin” + cuete. Chin deriva  de “tzin” (diminutivo) que al hispanizarse se forma “chin-”; “cuete” deriva de “cuieyetl”, al hispanizarse se forma “cuete”. Por tanto, chincuete significa “faldita” y no vestido. Porque la vestimenta de las mujeres adultas de Tetelcingo, las que conservan la identidad étnica, se compone del “cotón” y el “chincuete”. La voz cotón deriva, según el DRAE, del francés coton y significa camisa, blusa, camiseta sin mangas. Dicen las mujeres en mosiehualcupa: no/cotun “mi cotón”, para referirse al huipil o la blusa y no/cuieyetl, para remitirse a la “falda”. Cotón es un españolismo en la lengua mosiehualcupa. Así, la vestimenta de la mujer teteltzinteca se compone del  mosiehualismo “chincuete” (faldita) y el españolismo “cotón” (“blusa”). En suma, chincuete significa “faldita”, no vestido étnico de la mujer teteltzinca o la xenula (mujer de fuera).

 

A manera conclusión, podemos decir que, bajo la forma de nahuatlismos o mosiehualismos, la lengua náhuatl (o mosiehualcupa) está presente en muchas palabras que se conservan en España y en las Islas Filipinas.[6] Pero también, el náhuatl o mosiehualcupa (y otras variantes), han aportado muchas palabras a las lenguas del mundo: al inglés, francés, alemán, entre otras. Por ejemplo, chocolate, huacamole, chile, cacahuate, camote, tomate, tequila, etc. Al respecto, la eminente lingüista e hispanista, Concepción Company sostiene que esos nahuatlismos son aportación de México al mundo, son mexicanismos, no es una aportación de los nahuas o mosiehualte al mundo. El mexicanismo de la experta exalta el anticuado nacionalismo y niega, a la vez, la existencia de la diversidad lingüística del país.  Además, sostiene la hispanista que, si se hace un diccionario actual de México, esas voces no deben estar, porque ya no son mexicanismos.[7] A contrario sensu, sostenemos que no son mexicanismo, sino nahuatlismos o mosiehualismos, que los indios de Tetelcingo y otros pueblos nahuas, son los portadores de los elementos culturales y lingüísticos a las lenguas del mundo. Y esto es así, porque los nahuas, los mosiehualte son una cultura, una lengua viva, no son indios de museo o del pasado. Por tanto, chincuete es un mosiehualismo en el español de México y un españolismo en el mosiehualcupa de Tetelcingo y significa “faldita” y no vestido.

 




[1] Citado por Máynez, Ángel María Garibay. “Tarea sin fin, publicado en: El Universal el 28 de octubre  de  1957. Consultado el 03 de abril de 2022 de https://bit.ly/3qW1TRt

[2] Cfr. Forrest Brewer y Jean G. Brewer. Vocabulario mexicano de Tetelcingo, Morelos, Instituto Lingüístico de Verano, México, 1971.

[3] Cfr. Instituto Lingüístico de Verano. Una palabra larga del mosiehualcupa. Consultado el 03 de abril de 2022 de https://bit.ly/3LIwlXv

[4] Cfr. Richard S. Pittman. Nahuatl honorifics. Reprinted from International, Journal  of American  Linguistics, Vol. XIV, No. 4, October, 1948, Made in United States of America. P.

[5] Cfr. Forrest Brewer y Jean G. Brewer. Vocabulario mexicano de Tetelcingo, Morelos, Op. Cit.

[6] Cfr. Miguel León Portilla. Algunos nahuatlismos en el castellano de Filipinas. Consultado el 12 de febrero de 2022 de https://bit.ly/3rMdfZt

[7] José Moreno de Alba (10-09-2012). El lenguaje de los mexicanos [Video]. Consultado el 13 de febrero de 2022 de https://bit.ly/3Bm380C