Teteltzincu, Morielos, a 16
de noviembre de 2022.
Cachto tlajcuilestle “primer escrito”.
A los hermanos y hermanas mosiehualte
de Tetelcingo y sus trece colonias.
A los hermanos y hermanas: mixtecos,
zapotecos, tlapanecos, nahuas y demás etnias asentadas en el Municipio de
Cuautla y municipios vecinos: Yecapixtla, Atlatlahucan, Yautepec y Villa de
Ayala.
A los hermanos y hermanas indígenas
de México.
A los hermanos y hermanas indígenas de
América Latina.
A los hermanos y hermanas del mundo.
Chichihuasque ma cuale yeco “esperamos que estén bien.” Ma cuale mo panuco ini
tunale “que tengan un día agradable, un sol resplandeciente, brillante.”
Nosotros, los mosiehualte, nos es
grato compartirles to tlajtule tli melohuac cuale, “nuestra palabra
verdadera”, nuestra voz silenciada, acallada por las pesuñas de los gobiernos
que se han sucedido desde hace quinientos años en nuestro territorio de Teteltzincu
o Tetelcingo. Los gobiernos nos han clavado sus colmillos hasta saciarse de
nuestra sangre, o sea, hasta desmemoriarnos, hasta ya no saber quiénes somos,
ni dónde estamos, ni adónde vamos. Hasta finalmente, despreciarnos a nosotros mismos, por nuestra
propia voluntad; avergonzarnos de nuestro pasado y de nuestro
presente, por nuestra propia alienación.
Cache oxo, nejneque ne tlajtlatus ca mosiehualte tobiebejcohua inu mosiehualcayutl “pero hoy, quiero hablar de los antiguos mosiehualte, los de más antes, los mosiehualcayutl”.
Nosotros, los mosiehualte
somos descendientes de los Nahuatlacas, es decir, de la “gente que se
explica y habla claro”. Nuestros
ancestros nahuatlacas salieron, hace más de 1500 años, de la tierra de Aztlán “lugar
de las garzas” o Chicomostoc “las siete cuevas”. Nuestros antepasados, los Tlahuicas
“gente hacia la tierra” fueron la quinta familia y salieron, según el Códice Ramírez, alrededor
del año 900 de nuestra era. Desde entonces, los Tlahuicas poblaron la región
del ahora estado de Morelos y fundaron la capital denominada Cuauhnahuac “lugar
donde suena la voz del águila", hoy Cuernavaca. Los Tlahuicas, como el
resto de los nahuatlacas: Xochimilcas, Chalcas Tepanecas, Culhuas, Tlaxcaltecas
y Mexicas (también conocidos como Aztecas), eran hablantes de la lengua
náhuatl. Todas las familias nahuatlacas, eran, a la vez, herederos de una de
las grandes civilizaciones de Mesoamérica: la Tolteca, misma que
desarrolló las disciplinas de la agricultura, el comercio, las artes, la
arquitectura, la ciencia, la religión, entre otras expresiones elevadas del
pensamiento y la materia. Antes que terminara el periodo posclásico (1521), nuestros ancestros habían desarrollado grandes
invenciones o domesticado plantas que hoy alimentan al pueblo de México:
maíz, chile, tomate, jitomate, calabaza, cacahuate, etcétera.
En el periodo posclásico e histórico (700
a 1521) los mosiehualcayutl se autoadscribían como descendientes de Tlalocelotl “Jaguar de tierra”. Tlalocelotl fue
el primer tajtle “jefe”
que pobló las tierras de Tetelcingo, hoy (Morelos), en la época
prehispánica.[1]
Al respecto, Lievana dice: “La estancia Tetelcingo,
que es la sétima de esta villa, tiene por la
parte del Oriente un poco el medio día. Esta una legua de esta villa
(Huaxtepec): dicen averse llamado asi, porque el que pobló la dicha estancia,
se llamaba Tlalocelotl y traia por ydolo una figura de mujer que le llamaban
ixpuchit y porque tienen un cerrillo alli junto del pueblo [Topistlan], le
llamaron Tetelcingo, que es tanto como montón de tierra... y las lenguas
que al presente se hablan dicen que le llaman mexicana (o náhuatl) aunque es
algo tosca y difieren en algunos vocablos pero en lo general es mexicana”.[2] En efecto, en la actualidad,
la población mosiehualte conserva una de las variantes de la lengua náhuatl: el
mosiehualcupa. El origen étnico del jefe Tlalocelotl y sus
descendientes eran, según Muller, de filiación tlahuica, porque éstos llegaron,
según Tezozomoc, mucho después del arribo de los xochimilcas, y penetraron al
valle de Morelos un poco antes que los mexicas.[3] En
resumen, en el siglo XVI, los mosiehualte tenían su propio territorio,
sin estar sujetos a Cuautla, estaban sujetos al señorío de Huaxtepec o
Guastepeque y éste, a su vez, estaba sujeto al gobierno de la Triple alianza: Tenochtitlan,
Tezcoco y Tlacopan. “[4]
Continuará en la siguiente carta…
Hermanas y
hermanos indígenas mosiehualte, permanentes y flotantes de Tetelcingo,
Cuautla y municipios vecinos, los exhortamos para participar en la Consulta
indígena que está en marcha para la creación del Municipio Indígena de
Tetelcingo. La Consulta es un derecho humano de los pueblos indígenas garantizada
por el artículo segundo de la Constitución federal, las Convenciones y tratados
internacionales que el Estado mexicano ha suscrito. Este derecho exige al Estado (los tres poderes en México) que,
frente a cualquier proyecto económico, político o social, por ejemplo, la Creación
del Municipio indígena, se conozca la opinión de las comunidades
indígenas involucradas. Por esta razón, en la Consulta indígena para
Tetelcingo, debemos participar de manera afirmativa, o sea, debemos decir SÍ a la Creación del Municipio Mosiehuale.
En esta consulta, Tetelcingo tiene la oportunidad histórica de concretar el
sueño de nuestros abuelos, los mosiehualcayotl, quienes defendieron el
territorio, en todas las etapas de la historia de México: Colonial, Independencia,
Revolución y ahora nosotros, la historia contemporánea del siglo XXI. La municipalización
del pueblo teteltzinca es un medio, una herramienta importante para contrarrestar
la pobreza y la miseria, el abandono y el olvido…, en que se encuentran la
mayoría de nuestros hermanos y hermanas, nuestras familias y amigos, nuestros
compadres y comadres… Digamos ¡basta! a la burla y engaño de la clase política y
económica dominante de Cuautla, digamos Sí a la Creación del Municipio Índígena
en Tetelcingo, para DIGNIFICAR LA VIDA SOCIAL, POLÍTICA Y ECONÓMICA DE LOS
MOSIEHUALTE, LOS INDÍGENAS PERMANENTES Y FLOTANTES.
Mate masiebico, muosque sa sie sente.
[1]
GUTIÉRREZ de Leviana Juan. “Descripción
del guastepeque por el alcalde mayor Juan Gutiérrez de Lievana”, 24 de
septiembre de 1580, en: Juan Palacios Enrique. Huaxtepec y sus reliquias
arqueológicas, SEP, 1930. P. 35. Subrayado mío.
[2]
Ibídem.
[3] MULLER, Florencia. Historia
antigua del Valle de Morelos, INAH, México 1949. P. 27.
[4] CARRASCO, Pedro. “Estratificación
social indígena en Morelos durante el siglo XVI”, en: CARRASCO,
Pedro, BRODA Johana, et. al. Estratificación social en
la mesoamérica prehispánica, 2ª ed., INAH/ SEP, México 1982. P. 102.