jueves, 15 de diciembre de 2022

 SÍ al Municipio de Tetelcingo

 

Ernesto Cera Tecla.

 

Los ciudadanos indígenas y no indígenas del territorio de Tetelcingo marcaron, en el calendario gregoriano, el día de San Juan de la Cruz, la fecha 14 de diciembre de 2022. No era para menos, tenían, a las 16.00 hrs., una cita con la historia de Tetelcingo. En efecto, el día de ayer miércoles, se reunieron los indígenas y no indígenas en Asamblea general para decidir si se creaba o no el Municipio Libre. La asamblea fue convocada por el Congreso del estado de Morelos y el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac), por mandato del máximo tribunal del país, en 2019. Y ahí, en la plaza del “centro”, estuvieron los representantes del Poder legislativo local y las y los Consejeros del Impepac. También participaron representantes de organismos auxiliares de la Consulta indígena, por ejemplo, del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, Comisión para el Dialogo con los Pueblos indígenas de México, el Instituto de la Mujer para el Estado de Morelos, entre otras instituciones. No faltaron en esta importante Asamblea general, las autoridades tradicionales de Tetelcingo: El Delegado político, Líderes de planillas, Comisariado ejidal, Comité de junta de mejoramiento moral, cívico y material; Comité de agua potable, Ayudantes de las trece colonias, entre otras autoridades. Y ¡claro! El pueblo mosiehuale, el fantasma que mantuvo en vilo a los simpatizantes del pro municipio, hasta las 19:00 hrs.

 

14:00

A esa hora, las autoridades tradicionales mosiehualte citaron a una reunión previa, para definir quién dirigiría  la asamblea y cuál sería el contenido de la pregunta. Sólo estaban presentes: Ru Mestu, Ru Oyutl y El Nahual. Minutos más tarde llegaron otros, pero no eran suficientes para realizar la reunión previa. Esperaron. A la vez, personal operativo del Impepac comenzó a instalar la mesa para el presídium, en el “teatro”. Los abuelos llamaban teatro al estrado, porque fue construido para la actividad artística por las misiones culturales. Y bien, a esa hora, los rayos del sol de invierno apenas mitigaban el frío de las sombras de los muros o los árboles. Pero en realidad, no era el frío que les preocupaba, sino la incertidumbre de lo que venía, de lo que no se sabía, sentían la amenaza del “agua de culebra”, querían correr y meter la mazorca y guarecerse. Por eso, se platicaban, en grupo, de cualquier cosa, para animar su espíritu. Hablaban, desarticuladamente, de poesía, de Dios, de nahuales, albures, bromas, de todo y nada a la vez. En el fondo, les preocupaba el desarrollo de la Asamblea general. Todos sabían que hubo muchas fallas en el proceso, pero también sabían que tenían que agotar el proceso institucional de consulta mediante la Asamblea general. Sabían que no era cualquier cosa, que se trataba del destino de todo un pueblo. Sabían que no sabían.

 


 

14:30

Llegaron algunos presidentes de planilla. Los simpatizantes del pro municipio tomaron su trinchera en la plaza: Del Valle, Reyna Zapotitla, Rancho, El Científico, El Yetsi y anexas. Sabían de la reunión previa, pero nadie decía nada. La incertidumbre se hizo más tensa, porque el Delegado político debería estar presente a la hora indicada, pero no estaba, no llegaba. La ira, el descontento, quería salir, pero se contenía a través del silencio, porque lo más importante era llevar a cabo la asamblea general, sin contratiempos y sin abonar a los obstáculos. A esta hora, llegó un camión biebentsi “viejito”. Es el Sonido Relámpago de Tambonero, dijo uno de los presentes. Es el contratado por el Delegado, agregó. La gente, los grupos, los líderes de las rutas, empezaban a moverse, a fluir entre las calles y la plaza. El ánimo crecía, pero la incertidumbre no se iba. 

 

Ru Mestu uo Ru Oyutl

15:40

Llegaron algunos funcionarios del Impepac, el movimiento se hizo más visible. Ru Oyutl propuso colocar unas pancartas personales. Algunos compañeros las iban a colocar sin mayor problema, sin embargo, uno más, dijo que se tuviera cuidado con la frase de la pancarta, porque decía “Sí, vota por  el Municipio”. Todas las autoridades tradicionales no estaban presentes, salvo algunos líderes de planilla y simpatizantes. Los presentes dialogaron con el servidor público del Impepac, para pedir su opinión y, obviamente, no estuvo de acuerdo. Dijo que la frase era parcial, pero que si era un acuerdo de las autoridades que se pusiera. Y no era un acuerdo, entonces se borraron las palabras que comprometían la neutralidad de la consulta.  A esta hora llegó el Delegado político, se le puso al tanto del asunto, pero no determinó nada. Al final, los simpatizantes corrigieron el sentido de la frase y con el consentimiento del asesor jurídico del Congreso, se colocaron las dos pancartas. Se relata este hecho, porque durante todo el proceso, fue muy importante no transgredir las reglas del juego, para que los mosiehualte no fueran expulsados de la jugada. Algunas autoridades tradicionales y simpatizantes entendieron, semanas atrás, que esa era una estrategia política del enemigo, para descarrilar la consulta. Y recordaron, que el enemigo no sólo estaba afuera, sino también podía estar adentro. La reunión previa convocada, formalmente, a las 14:00 hrs., no se realizaba. No era extraño, pues ésta había sido el modelo de muchas reuniones que se llevaron a cabo durante el proceso de consulta: avisos de un día a otro, no se compartieron documentos institucionales en tiempo y forma, no se levantaron actas de las reuniones, no hubo una interlocusión colectiva nutrida, etc. Aquí, llama la atención que el Secretario del Delegado nunca se presentó para levantar una acta de las reuniones, pero tampoco el Delegado permitió que los asistentes dirigieran la asamblea y otro levantara el acta. Sin duda, esta observación se hizo en varias ocasiones, pero nunca se atendió la propuesta. Este hecho ilustra el menosprecio del resto de las autoridades tradicionales y de paso, también a los simpatizantes. Por fortuna, todos resistieron, aguantaron, toleraron, para no interrumpir el proceso institucional, porque estaba en juego la aspiración de un pueblo, no de una persona o un grupo. ¡Felicidades! -Espetó el espíritu o la razón. Se entendió que la política era también virtud de la prudencia. Dijeron: To tlajtulestle ica nepantla "nuestra palabra está en el punto medio".

 

16:00

A esa hora, no hubo explicación alguna de la cancelación de la reunión previa acordada a las 14:00 hrs. De repente, se corrió la voz que ya había una reunión en el salón denominado “Cabildo”. ¡Vamos! A ver, dijo alguien. Ante la reacción de uno, los otros secundaron. En efecto, en el salón ya estaba el Delegado y su Licenciado y dos líderes de planillas, comentaban el formato de la asamblea general. Curiosamente, el Delegado y su Licenciado ya tenían una propuesta, desconocida para la mayoría de los implicados. De emergencia, se hicieron comentarios. Entre otras cosas, se dijo que la dirección de  la asamblea general debería apegarse a la Convocatoria publicada en el Periódico Oficial “Tierra y Libertad”. Y ésta establecía, según la hermenéutica, que el Congreso del estado abriría la asamblea y, enseguida, delegaría la dirección al Delgado político. Se agregó que el procedimiento blindaría al evento de legalidad y formalidad. El Licenciado del Delegado aceptó la idea expuesta. La otra propuesta del Licenciado fue la pregunta de consulta que se plantearía en la asamblea. La pregunta del Delegado y su Licenciado refería al Decreto de creación del municipio. Los demás tomaron la palabra y propusieron que la pregunta fuera clara, sencilla y comprensible para los asistentes. En tal sentido, se propuso eliminar la palabra Decreto y se planteó la siguiente: “¿Estás de acuerdo que Tetelcingo sea municipio?” Todos estuvieron de acuerdo.  Nuevamente, se hace  este relato, porque la construcción del municipio en Tetelcingo exige trabajo colectivo, discusión teórica y práctica, requiere legalidad y formalidad, transparencia y honestidad, se necesita la participación de muchas mentes de todo tipo… Ya no es suficiente la reproducción de esquemas tradicionales o formas de gobierno impuestas por el municipio de Cuautla o el gobierno de la entidad, porque simplemente son obsoletas. Desde los años ochenta, el Gobierno del estado impuso la figura de Delegado y el Municipio, la figura de asesor jurídico.  A partir de ahí, Tetelcingo ejerce un “gobierno” bajo dos figuras: el Delegado y el asesor jurídico. Sin embargo, hasta ahora, el asesor jurídico no ha servido al pueblo para nada, “o casi nada, que no es lo mismo, pero es igual…” ¡Ah! Perdón, me atrapó la canción “Pequeña serenata diurna” de Silvio Rodríguez. Mejor dicho, sí ha servido para mucho, pos quién ha gobernado no ha sido el Delegado, sino el asesor jurídico.

 

 16:48

En ese momento, hubo otra reunión,  más formal, porque estaban “los de arriba”, los representantes del Congreso del estado, las y los Consejeros del Impepac, las instituciones auxiliares y “los de abajo”, la mayoría de las autoridades tradicionales, el Delegado político y su Licenciado. La reunión fue definitoria, se habló del orden del día. El Delegado propuso, por fortuna, las ideas que se habían planteado en la reunión exprés: Un representante del congreso abriría la asamblea, luego pasaría la dirección al Delegado. Más adelante, se afinaron los otros puntos de la orden del día y se ratificaron por todos los asistentes.  Esta reunión es de mucha importancia para el análisis político, porque permite observar que el proceso de Consulta y, por tanto, el proceso de municipalización se construyó desde arriba, no desde abajo. En el futuro, si se quiere, un Municipio Libre, se debe luchar desde abajo, porque es la lucha popular, independiente y consciente quien erige al sujeto político y destierra al objeto político. Ésta sería uno de los caminos más importantes para la construcción del Municipio Libre. En fin, todo estaba acordado. Sólo faltaba que el “pueblo” encarnara la asamblea general, a pesar de todas las fallas del proceso. Pero alguien recordó el dicho popular: “la esperanza muere al último”. La gente estaba llegando, crecía la emoción. El registro de los participantes estaba en curso en las  dos entradas, al oriente y al poniente.

 

17:32

El Delegado político tomó el micrófono y pidió que todas las autoridades pasaran al presídium. La campana de San Nicolás de Bari no paraba de repicar. La sombra de la tarde caía sobre las más de novecientas personas que acudieron a la cita con la historia de Tetelcingo. A las 18:00 hrs., la mesa de la asamblea estaba ocupada por todas las autoridades, instituciones auxiliares y autoridades tradicionales mosiehualte.

 


18:12

El representante del Congreso abrió la asamblea, hizo una reseña de la Consulta indígena. Posteriormente, cedió la dirección al Delegado político. Aquí, cabe destacar que el Delegado político hizo un excelente papel, estuvo a la altura de la asamblea general. Este hecho ilustra, que el político mosiehuale no requiere de asesores o servidores públicos que le digan qué hacer en materia política. Enseguida, el Delegado político presentó a las autoridades de la Mesa de asamblea. Más tarde, llegó la hora de la historia. Los asistentes conscientes mostraban angustia, querían escuchar la pregunta de la consulta. Entonces, el Delegado les preguntó: ¿Están de acuerdo que Tetelcingo sea Municipio? ¡Levanten la mano….! La respuesta fue inmediata, al instante. El grito fue una rotunda afirmación: SÍ. La multitud empezó a corear: ¡Municipio! ¡Tetelcingo, Municipio! Y los aplausos no dejaron de escucharse en todos los rincones de la plaza. La alegría desbordaba por todos lados, la emoción se montaba en los rostros cansados de los campesinos, en los brazos de las mujeres que combinan el tlecuil (fogón) y el escritorio, el metlapil (brazo del metate) y la ley; en las artes de la palabra de los maestros indígenas, en los pechos recios de los trabajadores de la construcción, en los molineros y las molineras, en las maestras y maestros, en las tortilleras y tlacualeras, en las artesanas del tlatloyo y las xupas, en las trabajadora domésticas   y en los comerciantes formales e informales, en las y los mariachis, los y las cuicatecas, en todos aquellos indígenas y no indígenas que ha invisibilizado el sistema de dominación de Cuautla, pero que hoy se hicieron visibles. Encarnaron el grito unánime: ¡YA BASTA! Proclamaron: Queremos libertad, autogobierno, desarrollo, progreso, educación, salud, trabajo… Ese fue el significado del SÍ al Municipio de más de novecientas personas. No fue: "ego vox clamantis in deserto"  (soy la voz que clama en el desierto) de Montesino en diciembre de 1511, sino "ego vox clamantis in civitas" (soy la voz que clama en la ciudad) de los mosiehualte en diciembre de 2022.


Tlojcu, ijquehuo ma mochihua, ijquehuo ma motequepanu… “Entonces, que se haga así, como es nuestra costumbre milenaria…”

 

Tlascomate, sohuome uo tlocame mosiehualteca.

Tlascomate, nuyejque tlocame uo sohuome amo ica mosiehualte.

Mosiehualte, gracias a todos y a todas.

También gracias, a todos y todas las personas no indígenas.


P.d. Va “Pequeña serenata diurna” de Silvio Rodríguez, para todos los mosiehualte conscientes y para todos aquellos que tienen que concientizarse: https://bit.ly/3BCv4hW

P.d. 2: Va “Sueño con serpientes” de Silvio Rodríguez, para todos los mosiehualte conscientes y para todos aquellos que tienen que concientizarse: https://bit.ly/3W5BIW9