El nacimiento del
feminismo mosiehual
Ernesto Cera Tecla
El quince de marzo de 2022, se realizó,
en la plaza principal de Tetelcingo, Morelos, la asamblea general mandatada por el CORRUPTO Tribunal
electoral del poder judicial de la federación (TEPJF). Véase: a) “Elección
indígena en Tetelcingo 2021”, en: https://bit.ly/;
b) “Votación por usos y costumbres en Tetelcingo”, en: https://bit.ly/3MnvFrp
y c) “El TEPJF y la elección en Tetelcingo”, en: https://bit.ly/3IkSXLw Recordamos de paso,
que esta asamblea general es una institución del sistema normativo del pablado
de Tetelcingo y que su validez jurídica se sustenta en el artículo segundo constitucional
y los tratados internacionales que el gobierno mexicano ha suscrito. En tal
sentido, el Instituto Nacional Electoral, así como los tribunales electorales
al servicio de los partidos conservadores, no han tenido otra alternativa que respetar
dicha institución. En la asamblea
general, los ciudadanos y ciudadanas mexicanas y mexicanos y a la vez, mosiehualte,
determinaron que la planilla Tonochti, respaldada por agentes políticos
externos, antiindianistas, no podrá participar en la próxima contienda
electoral para elegir al Delgado político de la comunidad indígena. Nuevamente,
el pueblo teteltzinca, ha refrendado públicamente, que no está en contra de la participación
de las mujeres, sino, está en contra de personas que buscan o pretenden
desmontar o destruir las instituciones milenarias mosiehualteca.
Las mujeres mosiehualteca
participaron de manera ejemplar en la asamblea del 15 de marzo. A través de
varios videos (Véase, “¡¡¡ESCUCHENOS!!!" "¿AHORA NO NOS VA A
ESCUCHAR COMO MUJERES?": https://bit.ly/3CTh5Uf) observamos el reclamo
que mujeres indígenas hicieran a María Isabel Rodríguez Gómez, Secretaria ejecutiva
del Instituto de la mujer del estado de Morelos (IMEM), por no participar como
árbitro o de manera neutral en la asamblea general. La declaración pública de
la “representante morelense” de las mujeres, en el sentido, que la asamblea no
tuvo una Acción afirmativa fue motivo de reclamo de las mujeres
indígenas. Las mujeres mosiehualte tienen sobrada razón para cuestionar el discurso
feminista hegemónico y occidental. En efecto, la declaración de Rodríguez Gómez
es miope y es de violencia hacia la composición heterogénea del país. La
susodicha Rodríguez Gómez busca imponer una visión feminista occidental
(mujeres blancas y mestizas), basada en los derechos individuales, que circunscribe
su lucha en la sujeción de los varones. El discurso hegemónico y occidental del
IMEM está desfasado y no corresponde a
la realidad del país que describe el artículo segundo constitucional: “México
es un país pluricultural, pluriétnico y plurilingüístico”. Persistir y querer imponer
un discurso feminista occidental en Tetelcingo es patético y absurdo. Por ello,
resulta trascendente que las mujeres mosiehualte hayan confrontado a Rodríguez
Gómez, es decir, que hayan cuestionado el discurso hegemónico de las mujeres
blancas y mestizas. Estas mujeres mosiehualte han dejado entrever el nacimiento
de “OTRO” discurso feminista, el propio, el auténtico de la comunidad: un
feminismo mosiehuale, un feminismo indígena fundado no en el derecho individual,
occidental, sino en el derecho colectivo, étnico. Estas mujeres musiehualte,
valientes, dejan ver que la igualdad de género se construye junto con los
hombres y no sin ellos, de manera autónoma, se construye con la cosmovisión indígena
y no con la visión occidental y nacionalista trasnochada. Consideran que la
igualdad de género se puede conseguir reivindicando su pertenencia étnica
mosiehual, que no tienen necesidad de asumirse como falsas mujeres blancas o
mestizas. En resumen, las mujeres mosiehualte
jugaron un papel trascendente en la asamblea, refrendaron los usos y costumbres
y sembraron la semilla de un nuevo discurso feminista: el feminismo
mosiehualte.
Por lo anterior, el resultado de la asamblea
general en Tetelcingo, que excluye, por segunda ocasión la participación de la
planilla Tonochti es más que ejemplar. El resultado refrenda al Tribunal
electoral del estado de Morelos y al Tribunal electoral de la federación, que
Tetelcingo vive, que Tetelcingo resiste, que los teteltzincas son mosiehualte,
que sus instituciones milenarias están vigentes. Y que todas las decisiones
trascendentes de la comunidad tienen que pasar por la asamblea general
constituida de hombres y mujeres. Además, la asamblea del 15 de marzo de 2022, sembró
la semilla de un NUEVO discurso feminista indígena, el discurso “verdadero” de
las mujeres misiehualte, que consideran que la igualdad de género se construye
desde el derecho colectivo y no individual, desde la cultura étnica mosiehuale
y no desde la alienación de la cultura occidental. ¡En hora buena! El nuevo
discurso feminista mosiehual. Matemasiebico.