viernes, 18 de marzo de 2022

 

El nacimiento del feminismo mosiehual

Ernesto Cera Tecla

El quince de marzo de 2022, se realizó, en la plaza principal de Tetelcingo, Morelos,  la asamblea general mandatada por el CORRUPTO Tribunal electoral del poder judicial de la federación (TEPJF). Véase: a)  “Elección indígena en Tetelcingo 2021”, en: https://bit.ly/; b) “Votación por usos y costumbres en Tetelcingo”, en: https://bit.ly/3MnvFrp y c) “El TEPJF y la elección en Tetelcingo”, en: https://bit.ly/3IkSXLw Recordamos de paso, que esta asamblea general es una institución del sistema normativo del pablado de Tetelcingo y que su validez jurídica se sustenta en el artículo segundo constitucional y los tratados internacionales que el gobierno mexicano ha suscrito. En tal sentido, el Instituto Nacional Electoral, así como los tribunales electorales al servicio de los partidos conservadores, no han tenido otra alternativa que respetar dicha institución.  En la asamblea general, los ciudadanos y ciudadanas mexicanas y mexicanos y a la vez, mosiehualte, determinaron que la planilla Tonochti, respaldada por agentes políticos externos, antiindianistas, no podrá participar en la próxima contienda electoral para elegir al Delgado político de la comunidad indígena. Nuevamente, el pueblo teteltzinca, ha refrendado públicamente, que no está en contra de la participación de las mujeres, sino, está en contra de personas que buscan o pretenden desmontar o destruir las instituciones milenarias mosiehualteca.

Las mujeres mosiehualteca participaron de manera ejemplar en la asamblea del 15 de marzo. A través de varios videos (Véase, “¡¡¡ESCUCHENOS!!!" "¿AHORA NO NOS VA A ESCUCHAR COMO MUJERES?":  https://bit.ly/3CTh5Uf) observamos el reclamo que mujeres indígenas hicieran a María Isabel Rodríguez Gómez, Secretaria ejecutiva del Instituto de la mujer del estado de Morelos (IMEM), por no participar como árbitro o de manera neutral en la asamblea general. La declaración pública de la “representante morelense” de las mujeres, en el sentido, que la asamblea no tuvo una Acción afirmativa fue motivo de reclamo de las mujeres indígenas. Las mujeres mosiehualte tienen sobrada razón para cuestionar el discurso feminista hegemónico y occidental. En efecto, la declaración de Rodríguez Gómez es miope y es de violencia hacia la composición heterogénea del país. La susodicha Rodríguez Gómez busca imponer una visión feminista occidental (mujeres blancas y mestizas), basada en los derechos individuales, que circunscribe su lucha en la sujeción de los varones. El discurso hegemónico y occidental del  IMEM está desfasado y no corresponde a la realidad del país que describe el artículo segundo constitucional: “México es un país pluricultural, pluriétnico y plurilingüístico”. Persistir y querer imponer un discurso feminista occidental en Tetelcingo es patético y absurdo. Por ello, resulta trascendente que las mujeres mosiehualte hayan confrontado a Rodríguez Gómez, es decir, que hayan cuestionado el discurso hegemónico de las mujeres blancas y mestizas. Estas mujeres mosiehualte han dejado entrever el nacimiento de “OTRO” discurso feminista, el propio, el auténtico de la comunidad: un feminismo mosiehuale, un feminismo indígena fundado no en el derecho individual, occidental, sino en el derecho colectivo, étnico. Estas mujeres musiehualte, valientes, dejan ver que la igualdad de género se construye junto con los hombres y no sin ellos, de manera autónoma, se construye con la cosmovisión indígena y no con la visión occidental y nacionalista trasnochada. Consideran que la igualdad de género se puede conseguir reivindicando su pertenencia étnica mosiehual, que no tienen necesidad de asumirse como falsas mujeres blancas o mestizas.  En resumen, las mujeres mosiehualte jugaron un papel trascendente en la asamblea, refrendaron los usos y costumbres y sembraron la semilla de un nuevo discurso feminista: el feminismo mosiehualte.


Por lo anterior, el resultado de la asamblea general en Tetelcingo, que excluye, por segunda ocasión la participación de la planilla Tonochti es más que ejemplar. El resultado refrenda al Tribunal electoral del estado de Morelos y al Tribunal electoral de la federación, que Tetelcingo vive, que Tetelcingo resiste, que los teteltzincas son mosiehualte, que sus instituciones milenarias están vigentes. Y que todas las decisiones trascendentes de la comunidad tienen que pasar por la asamblea general constituida de hombres y mujeres. Además, la asamblea del 15 de marzo de 2022, sembró la semilla de un NUEVO discurso feminista indígena, el discurso “verdadero” de las mujeres misiehualte, que consideran que la igualdad de género se construye desde el derecho colectivo y no individual, desde la cultura étnica mosiehuale y no desde la alienación de la cultura occidental. ¡En hora buena! El nuevo discurso feminista mosiehual. Matemasiebico.