sábado, 17 de julio de 2021

 

Malintzin

Ernesto Cera Tecla

 

Para mi hija Héloïse-Malintzin Cera Sauquet

y su madre Magali-Henriette Sauquet.

 

Este 2021, se cumplen quinientos años de la caída del imperio de la  Triple alianza. Por ello, quiero compartir un retrato de una mujer legendaria que participó en el proceso de derrumbe del régimen imperial azteca o mexica. Se trata de Malintzin. Esta mujer  no sólo fue la intérprete o la esposa de Cortés y Jaramillo, sino fue, sobre todo, una de las primeras mujeres que defendieron un proyecto político de mestizaje cultural. Este papel lo observamos en su rol de diplomática entre los españoles y los gobiernos locales del Anáhuac, también es visible en su papel de otorgar legitimidad a los actos políticos de Cortés en las negociaciones con los caciques o principales indígenas, de igual forma, en el respaldo a su esposo Juan Jaramillo, quien ocupó varios puesto públicos trascendentes en la Nueva España.  Malintzin no sólo es historial cultural, sino también historia política.

 

El nombre de Marina

Malintzin fue nombrada Marina al ser bautizada por los españoles. Varios cronistas del siglo XVI nos dicen que Malintzin fue nombrada Marina (María, para Sahagún[1]), posterior a su bautizo. Del Castillo relata: “otro día de mañana, a finales del mes de marzo de 1519, los caciques y principales del pueblo de Tabasco, trajeron un presente de oro…, y este presente no fue nada en comparación de veinte mujeres, entre ellas una muy excelente mujer, Doña Marina,  que así se llamó DESPUÉS que la convirtieron en cristiana”.[2] El mismo autor abunda: “Dijo misa el padre Fray Bartolomé de Olmedo, …con nuestra lengua Aguilar predicó a las veinte indias…: y luego se bautizaron, y se puso por nombre Doña Marina.” [3] En este mismo sentido, De las Casas refiere: Cortés “se encontró una india, que DESPUÉS se llamó Marina.”[4]  De igual forma, Gomara expone: “Y allende de esto (Cortés) le preguntó quién era y de dónde, Marina que así se llamaba DESPUÉS de cristiana, dijo que era de Xalixco.”[5]  Herrera también agrega: “una de las esclavas… que DESPUÉS se llamó Marina, se acercó a hablar con aquellas mujeres, que habían ido para hacer tortillas…”[6]  En definitiva, el nombre propio de MALINTZIN fue sustituido por el de Marina o María, DESPUÉS de ser bautizada.

 

El nombre de Malintzin  es de la lengua náhuatl, está registrado en las fuentes indígenas. El códice Telleriano-Remense, lámina X, dice: “En este año sujetaron los mexicanos a la provincia (Coatlastla)… Esto fue el año de 8 casas y de 1461, que es esta Guazacualco, que es en la provincia a donde hallaron los españoles a la india MALINALE, que constantemente llaman Marina…”.[7]  Chimalpain también plantea: Cortés “le preguntó quién era y de dónde, MALINTZIN TENEPAL que era su propia alcurnia, que después se llamó Marina, nombre de cristiana, dijo que era de Talluco o Xalixco.”[8]  El códice Chimalpopoca establece: Cortés “traía consigo por intérprete a una mujer natural de esta tierra, de su generación y linaje, cuyo nombre era MALINTZIN, aunque otros le decían MALINATZIN, la cual vivía y tenía su casa en el pueblo de Teticpac de la provincia de Coatzacoalco…”[9]  Muñoz Camargo, refrenda: los españoles “traían consigo una mujer… que por ella se entendían lo que querían y que se llamaba Malintzin, porque como fue bautizada la llamaron Marina.”[10]  En el mismo sentido, el Códice florentino dice: “Yoan ilhuiloc, ixpantiloc, machtiloc, nonotzaloc, caquitiloc, yiollo itlan tlaliloc in Motehcugoma: ce cihuatl nican, titlaca, in quinoalhnicac, in ualnauatlatotia: ITOCA MALINTZIN…”[11] En suma, las fuentes indígenas nos dicen que el nombre de origen de Marina o María es Malintzin, nombre propio de la lengua náhuatl.   

 

El nombre de Marina fue corrompido por los indígenas, según algunos historiadores.  Algunos historiadores decimonónicos plantean, erróneamente, que Marina fue alterado lingüísticamente por los indígenas de la época. El proceso de composición fue el siguiente: “no habiendo la letra r en el alfabeto de la lengua mexicana, los indios la sustituyeron con l, como la más análoga, y Marina se convirtió en Malina, a cuyo nombre agregaron la terminación tzin, que denota cariño o respeto, resultando Malintzin, como quien dice Marinita o Doña Marina.” [12] Empero, Camargo, historiador indígena del siglo XVI, dice todo lo contrario respecto al tzin: “Marina fue llamada Malintzin por los naturales y tenida por diosa en grado superlativo, que ansi se debe entender que todas las cosas que acaban en diminutivo es por vía reverencial, y entre los naturales tomado por grado superlativo, como si dijéramos agora mi muy gran Señor Huelnohueytlatocatzin, y ansí llamaban a Marina de esta manera comúnmente Malintzin.”[13] Por tanto, la palabra corrompida no fue Marina, sino Malintzi. Y no fueron los indígenas, sino los españoles. Malintzin fue castellanizado: los españoles sustituyeron el tzin por el che, quedando: MALINCHE.[14]

 

Malintzin tiene su origen etimológico en el náhuatl. Como se expuso antes, historiadores indígenas sostienen que Malintzin es un nombre propio de la lengua franca del imperio mexica y deriva del sustantivo Malinale o Malinalli. Malinalli es un nombre o signo del décimo segundo día del mes mexicano “hierba-trenzada” del verbo malina “torcer algo sobre el muslo”. Se sabe que los mexicanos daban a los niños el nombre del día en que nacían y más adelante le añadían otro, sin quitarle el que ya tenía.[15]  En náhuatl, el nombre propio de persona permite la supresión de la sílaba final, bien se podría decir Malinalli o Malinal: por semejanza y en sustitución natural se le dio la apelación cristiana Marina, y añadida la partícula tzin, no diminutivo, sino reverencial, resultó Malintzin.[16]  En fin, Malintzin o Mallinalli es de origen náhuatl, es el nombre originario de Marina.[17]

 

En general, nombrar en la conquista no fue solamente significar algo, sino también implicó una resistencia subjetiva e intersubjetiva. Hemos visto que las fuentes hispanas remiten al nombre de Marina y María, en tanto, las fuentes  indígenas conducen al nombre de Malinale, Malinalli, Malintzin y Malinatzin. En la conquista no sólo se enfrentaron las armas y las religiones, se enfrentaron asimismo dos lenguas, dos visiones de mundo, dos maneras de significar el mundo. El maestro del castellano de la época, Antonio de Nebrija lo había advertido: “Una cosa hallo y saco por conclusión muy cierta: que siempre la lengua fue compañera del imperio…”[18]  Y sí, mientras los “vasallos” del imperio español impusieron su lengua en el nombre de Marina o María, los nahuas refrendaron el nombre de Malintzin de la lengua mexicana que corría por todas las provincias de la Nueva España.[19] El nombre de Malintzin vive, porque sus hablantes viven.

 

El lugar de nacimiento de Malintzin

Malintzin nació en Painala, Coatzacoalco, como señala Díaz del Castillo. Existe controversia sobre el lugar de su nacimiento, las crónicas de la época señalan distintos pueblos. Para Gomara, Herrera, De las Casas, Chimalpain y Torquemada, Malintzin era de  Xalixco; para Ixtlixochtil, de Huilotlán, Xalancingo; para Oviedo, de México y para Díaz del Castillo, de Painalla, Coatzacoalco.  A la luz de los últimos estudios sobre Cortés, podemos decir que las fuentes que señalan el lugar de nacimiento se reducen a dos: a) la “Historia de México…” de Gomara (Xalixco, Viluta)  y b) la “Historia verdadera de la conquista de la Nueva España” de Díaz del Castillo (Painalla, Coatzacoalco). El resto de las fuentes, se basan, en general, en ambas crónicas. Y esto es así, porque el primero, fue redactado a partir de la información que Cortés proporcionó a Gomara y el segundo, fue escrito por el mismo Cortés.[20] En la “historia de gabinete” de Gomara, Cortés falsea el lugar de nacimiento de Malintzin y, en el segundo, en la “Historia del testigo ocular” de Díaz del Castillo, Cortés impone el dato “verdadero”.  Así lo expresa Díaz del Castillo: “…y en aquella sazón y viaje, se casó con ella un hidalgo que se decía Juan Xaramillo en un pueblo que se decía Orizava… y NO como lo dice el cronista Gomara…”[21] El cronista de campo, corrige al cronista de gabinete. Por todo lo anterior, podemos decir que Malintzin fue de Painalla, Coatzacoalco.

 

Aún más, el pueblo de Malintzin, Painalla, está registrado en el territorio del Anahuac. En la descripción de país de Anahuac, Clavijero nos dice: “De las provincias marítimas del mar pacífico, la más septentrional era la de Coliman… Está confinaba por Oriente con el vasto país de Onohualco… Además de la capital Coatzacualco, situada a la orilla de un gran río, había grandes poblaciones, entre las cuales merece particular mención PAINALA, por haber sido patria de la famosa Malintzin, que tan eficazmente contribuyó a la conquista de México.”[22]  Es verdad, el pueblo de Painalla no existe, hoy día, pero sí existen los pueblos vecinos: Huilotla y Acayocan.[23] Malintzin fue, como señala Díaz del Castillo, del pueblo de Painalla.

 

La personalidad de Malintzin

En marzo de 1519, Malintzin era una joven de 15 a 16 años, una mujer de poder y tenía un carisma extraordinario. Según Díaz del Castillo, Malintzin era “india y señora”, “era gran CACICA e hija de grandes caciques y señora de vasallos y bien se le parecía en su persona”, “desde su niñez fue gran SEÑORA de pueblos y vasallos, fue excelente mujer y buena lengua, tenía mucho ser y mandaba absolutamente entre los indios en toda la Nueva España,” Era de “buen parecer y entremetida y desenvuelta,” “sabía la lengua de México y la de Tabasco”, facilitó el “entendimiento de la lengua de la Nueva España.”[24] Del retrato anterior, podemos decir que Malintzin construyó su propio prestigio y estatus social (atendió asuntos diplomáticos) al ser reconocida no sólo como india, sino también como SEÑORA, “Doña Marina”.[25] Según L’Abée, los españoles siempre la llamaron Doña Marina.[26]  Malintzi era “una diosa en grado superlativo”, “de muchos ser y valor”, “natural y mexicana”,  “discreta y avisada”, “era hermosa como diosa”.[27] Además, era una mujer de gran poder y carisma. Los difrasismos empleados por Díaz del Castillo, nos dicen que era una “Jefa”,  líder o dirigente: era  a) “una cacique y señora”, b) “una gran señora de pueblos y vasallos”, c) “una buena mujer y buena lengua”.[28]   Malintzin era políglota, hablaba el náhuatl, el maya de tabasco (“hablaba la lengua mexicana y la de los dioses”)[29] y, más tarde, el castellano, sin considerar las variantes de otras lenguas indígenas, que tuvo a bien, interpretar. Malintzin, fue una joven de una luz natural, de un espíritu vivo y de una visión intercultural de mundo.

 

La familia mestiza de Malintzin

Malinzti tuvo una relación marital con dos capitanes y el capitán general de la armada española: Alonso Hernández Puertocarrero, Hernán Cortés y Juan Xaramillo. Al respecto, Díaz del Castillo relata: “Y a esta Doña Marina, dio (Cortés) a ALONSO HERNÁNDEZ PUERTOCARRERO… y desde que fue a Castilla el Puertocarrero, estuvo la Doña Marina con CORTÉS.” [30]  Más delante agrega: En 1524, “Cortés fue (a las Hibueras), y pasó por Guazacoalco… y en aquella sazón y viaje  (Doña Marina) se casó con un hidalgo que se decía JUAN XARAMILLO…”De las tres relaciones, las dos últimas fueron las más importantes. De la relación con Hernán Cortés tuvo su primer hijo, en 1522: Martín Cortés: “y de ella hubo un hijo, que se dijo Don Martín Cortés, que el tiempo andando fue comendador de Santiago.”[31] De este hecho, destaca lo siguiente: a pesar de la prohibición legal de fundar familias entre indios y españoles, Cortés bautizó a su hijo mestizo con el nombre de su padre: Martín. Cortés legitima, por un lado, un mestizaje, pero también refrenda, por otro, el vínculo sanguíneo entre  Malinztin y la familia Cortés. Atentó contra el sistema de castas.  Además, Cortés logra legitimar a su hijo mestizo, a través de la bula pontifica de Clemente VII, el 16 de abril de 1527.[32] Lo anterior nos lleva a afirmar que Cortés se pronunció contra el proyecto antiindiano virreinal, al erigir y legitimar una familia mestiza. Es sabido que  Cortés mostraba abiertamente su afecto paternal hacia su hijo Martín Cortés. En una carta que escribe al conquistador Francisco Núñez, dice: “Pues hagos saber que no le quiero menos que al que Dios me ha dado en la Marquesa”, refiriéndose al primer hijo de Malintzin. El afecto hacia su hijo  también es visible en su testamento (de 1547), al heredarle cien ducados para cubrir sus deudas.[33] Entonces, Malinztin tuvo tres relaciones maritales, pero la más sobresaliente es la que tuvo con Cortés.

 

Malintzin tuvo una hija mestiza con su consorte Juan Xaramillo. Después del casamiento en Orizaba, Malintzin y Jaramillo recibieron una dote de Cortés: los pueblos de Olutla y Jaltipan, cerca de Coatzacoalco.[34] El consorte de Malintzin fue todo un personaje: alcalde de Veracruz en 1519, dirigió la retaguardia de Cortés en la Noche triste, participó en la conquista de Oaxaca y Pánuco, fue regidor de México en 1524, alcalde ordinario de México en 1526, alférez de México en 1528, entre otras actividades sustanciales.[35]  En 1526, tuvieron una hija, María, nacida en el navío que regresaba de las Hibueras.[36] María, fue la única descendiente de Jaramillo. Martín Cortés y María Xarmillo fueron hijos únicos de Malintzin, ambos de padres españoles. Los dos se casaron con españoles. Martín Cortés con Doña Bernardina de Porras y María Jaramillo con Luis López de Quesada.[37]  Malintzin tuvo dos hijos mestizos, los dos fueron reconocida legalmente por sus padres, en medio de un sistema rígido de castas.

 

La visión mestiza de Malintzin

Malintzin fue una excelente traductora, pero también una brillante diplomática que defendió un proyecto de país, el proyecto de un México mestizo de Hernán Cortés. Malintzin fue determinante en la conquista de México, dice Díaz del Castillo: “Doña Marina en todas las guerras de la Nueva España, Tlaxcala y México, fue tan excelente mujer y buena lengua… (por esta razón) Cortés  la traía siempre consigo”.[38] La conquista no sólo se hizo por las armas y por la cruz, sino también por la mediación política que Malintzin llevó a cabo entre los gobernantes de la Triple alianza y Cortés. Más adelante, el mismo cronista remata: “Sin Doña marina, no podíamos entender la lengua de la Nueva España y México.”[39]  La idea está clara, sin Malintzin, el proyecto político de Cortés no se hubiera desarrollado o hubiese tenido muchas dificultades.[40] Malintzin no se conformó con el papel de “diosa de la lengua” y “mujer de la casa” de Cortés y Juan Xaramillo, sino priorizo su trabajo en el espacio público y refrendó el proyecto de nación mestiza de Cortés. Entendemos esta idea cuando le dice a su madre que: “Dios le había hecho mucha merced… en tener un hijo de su amo y señor Cortés, y ser casada con un Caballero como era su marido Juan Xaramillo, que aunque la hicieran cacica de todas cuantas provincias había en la Nueva España, no lo sería, que en más tenía servir a su marido y a Cortés, que cuanto en el mundo hay.”[41] Servir a su marido y a Cortés significa la defensa del proyecto político. El papel de Malintzin en el proyecto de Cortés era de mucha trascendencia porque el discurso del conquistador no era suficiente en las negociaciones con los principales, se requería la legitimidad de Malintzin. Así se entiende en la carta que Cortés dirige al Rey: ”le hice saber al principal de Taiza (en su viaje a las Hibueras, en 1524) la grandeza de vuestra majestad… Él me respondió que hasta entonces no había recibido a nadie por señor, ni había sabido que nadie los debiese ser… yo les respondí… para que creyese que es verdad que se informase de aquella lengua que con él hablaba, que es Marina, la que yo siempre conmigo he traído…”[42] En definitiva, Malinztin fue la primera mujer nahua que defendió un proyecto político en el espacio público.[43]

 

El final de Malintzin

La muerte de Malintzin es incierta, sin embargo, podemos establecer que su desaparición del espacio público es a partir de 1539. Para Martínez, importante biógrafo de Cortés, Malintzi “murió muy joven en 1527.[44]  Sin embargo, en el códice referente al Suplicio ejecutado por medio de perros de presa de 1536 o 1537, Malintzi aparece todavía como intérprete o faraute de Cortés.[45] La presencia de la intérprete en este acto público no es cualquier cosa, está  participando en el proceso contra siete caciques de los pueblos de San Pablo y San Andrés, en la provincia de Cholula.[46]   Así mismo, en un documento referente a un pleito entre Juan Xaramillo y el titular de la encomienda de Xilotepec, Hernando de Santillana, se lee:  Xaramillo “está casado con una criada suya”. Esto pasó en 1539, según la sentencia que se pronunció el 21 de noviembre del mismo año.[47] Es verdad, el final de la vida de Malintzin es una incógnita, pero hemos de reconocer que hasta 1539, llevaba una vida pública bastante discreta.

 

La vida discreta de Malintzin en sus últimos años es muy significativo. Su condición de mujer, india, exesposa de Cortés y esposa de Juan Xaramillo, la llevó a ser uno de los blancos políticos de la Corona española. Está claro que Malintzin no sólo era una intérprete o la madre de Martín Cortés y María Xaramillo, sino era, sobre todo, una pieza política clave en el proyecto de nación mestiza que había puesto en marcha Hernán Cortés. Y por este hecho, su vida estaba en constante peligro y acoso político por parte del gobierno colonial. El régimen no sólo estaba contra Cortés, sino también contra sus aliados. Este hecho se demuestra con la pena que se le impusiera al indígena Carlos Ometochtzin, hijo del soberano de Texcoco, sólo por ser protegido y educado por Cortés.[48] La condena desmedida contra Ometchtzin fue un mensaje claro contra Cortés y sus seguidores, el mensaje negaba cualquier política de mestizaje cultural y religiosa. Malintzi, no estaba exenta.  No tenía lugar en el proyecto político antiindiano  sostenido por la Corona  Española. Malintzi era el símbolo profundo del mestizaje cultural. Por ello, la muerte la encuentra en la sombra, en el silencio, en la incógnita. 


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[1] Fr. Bernardino de Sahagún. Historia general de las cosas de Nueva España, T. IV, Editorial Pedro Robredo, México 1938. P. 41.

[2] Bernal Díaz del Castillo. Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Publica Genaro García, México, 1904. P. 150.  

[3] Ibídem. P. 152.

[4] Fray Bartolomé de las Casas. Historia de las Indias. Imprenta de Miguel Ginesta, Madrid, 1876. P. 483.

[5] Francisco López de Gomara, clérigo. Historia de México, con el descubrimiento de la Nueva España, conquistada por el muy ilustre  y valeroso príncipe Don Fernando de Cortés, Marques del Valle, En Anvers, en casa de Juan Steelfio, 1554. P. 40.

[6] Antonio de Herrera. Descripción de las indias occidentales, Amberes, Madrid, 1720. P. 116.

[7] Ramírez, José Fernando (1804-1871). Explicación de colecciones y códices mexicanos [Manuscrito]. Biblioteca española, España, entre 1801 y 1901. Códice Telleriano-Remense, Lámina 10, cuarta parte. Subrayado nuestro.

[8] Domingo de San Antón Muñoz, Cuauhtlehuannitzin (Chimalpain). Conquista de México y otros reinos y provincias de la Nueva España que hizo el gran capitán Hernán Cortés. Se presentó esta obra del siglo XVI para el señor Don Baltazar de Ceniselli teniente coronel de Aragones provinciales de Puebla de los Ángeles,  Año de 1776. Documento consultado en la Biblioteca Nacional de Francia. Subrayado nuestro. P.56.

[9] “Historia de la conquista de México hasta la muerte de Cuauhtémoc con otras noticias sobre las antiguallas de los indios” (prólogo del autor Cristobal del Castillo), en: “Códice Chimalpopoca”, relación anónima, escrita en lengua mexicana”, año de 1558. P. 100.

[10] Diego Muñoz Camargo. Historia de Tlaxcala, Oficina Tip. De la Secretaría de Comercio, México, 1892. Pp. 173-174.

[11] “Y se dijo, se declaró, se enseñó, se contó, se hizo oír en su corazón, en el corazón de Motecuhzoma, que una mujer de aquí, de nuestras gentes, los guiaba, los venia sirviendo hablando náhuatl: se llama Malintzin…” Cf. Códice florentino, ed. facs., vol. 3, libro XII, cap. IX. Nota: George Baudot traduce “itoca Malintzin” como “se llamaba”, en pasado imperfecto; nosotros traducimos la misma frase por “se llama, en tiempo presente, porque en pasado imperfecto sería “motocuiteia”.

. “Mallintzin, imagen y discurso de mujer en el primer México Virreinal,

[12] Joaquín García Icazbalceta. México en 1554, tres diálogos latinos que Francisco Cervantes Salazar escribió e imprimió en México, Antigua librería de Andrade y Morales, México, 1875. P. 181.

[13] Diego Muñoz Camargo. Historia de Tlaxcala, Op. Cit. P. 177.

[14] Los españoles castellanizaban las palabras con sufijo tzin, en su lugar, pronunciaban che. Este fenómeno lingüístico pasaba en todas las palabras nahuas con dicho sufijo.

[15] Joaquín García Icazbalceta. México en 1554, tres diálogos latinos que Francisco Cervantes Salazar escribió e imprimió en México. Op. Cit. P. 182.

[16] Cfr. Manuel Orozco y Berra. Historia antigua y de la conquista de México, T. IV, Tipografía de Gonzalo A. Esteva, México 1880.

[17] El nombre propio de Malintzin existía en la civilización nahua: una de las mujeres de Maxtla, rey de los Tepanecas, se llamaba Malin que al añadirle tzin, se hace Malintzin. Cfr. Torquemada, Monarquía indiana, libro segundo, capítulo 29: Maxtla “hizo que una de sus mujeres, llamada MALLIN, saliese a recibirle”. P. 138.

[18] Antonio de Nebrija (1444-1522). Gramática castellana, Salamanca, 1744-1747. S.d.

[19] Cfr. Fray Juan de Torquemada (1557-1624). Libro cuarto de los veinte y un rituales y monarquía indiana, Imprenta Clavijo-Matías, Sevilla, 1615.P. 427.

[20] Cfr. Christian Duverger. Crónica de la eternidad. Taurus, España, 2012.

[21] Cfr. Bernal Díaz del Castillo. Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Op. Cit. P. 158.

[22]  Francisco J. Clavigero. Historia antigua de México y su conquista, Imprenta de Laru, México 1844. P. 5.

[23] Cfr. Manuel Orozco y Berra. Historia antigua y de la conquista de México, Op. Cit.

[24] Cfr. Bernal Díaz del Castillo. Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Op. Cit.

[25]  En el Códice de Tizatlan, Malintzin mantiene la cabeza erguida o inclinada hacia atrás, una distinción de la aristocracia azteca. Cfr. Gordon Brotherston. La Malintzin de los códices, en: en: Margo Glantz (Coord.). “La Malinche, sus padres y sus hijos”, Taurus,  México, 2001.

[26] L’aAbbé Brasseur de Bourboourg. Histoire des nations civilisées du Mexique et de l’Ámérique-centrale, Arthus, Bertrand, Editeur, Paris, 1859.

[27] Cfr. Diego Muñoz Camargo. Historia de Tlaxcala, Op. Cit.

[28] Los difrasismos consisten en relacionar dos sinónimos o dos palabras con sentido complementario para expresar una sola idea. Este recurso estilístico fue utilizado en el uso del náhuatl de prestigio entre los aztecas.  Por ejemplo, para alimentarse se decía “beber y comer”; jefe, “cacique y señor”; blanco, “in iztatl, in aztatl” (la sal, la garza); mujer, “in cueitl, in quechquemitl” (una falda, una blusa). Cfr. Christian Duverger. Crónica de la eternidad. Op. Cit. P.

[29] Cfr. Diego Muñoz Camargo. Historia de Tlaxcala, Op. Cit.

[30] Cfr. Bernal Díaz del Castillo. Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Op. Cit. Pp. 153-158.

[31] Ibídem.

[32] Cfr. George Baudot. “Mallintzin, imagen y discurso de mujer en el primer México Virreinal, en: Margo Glantz (Coord.). “La Malinche, sus padres y sus hijos”, Taurus,  México, 2001.

[33]Testamento de Hernan Cortes del 11 de octubre de 1547, 11 ff., en Archivo Provincial de Protocolos Notariales de Sevilla, cuya clausula XXII establece una renta anual de mil ducados para el hijo de Malintzin, quien a cambio debe comprometerse a reconocer y acatar el mayorazgo de su medio hermano, el otro Martin Cortes, hijo de la marquesa. Vid. Antonio Muro Orejon , “Hernando Cortes, exequias, almoneda e inventario de sus bienes [...]”, en Anuario de Estudios Americanos, vol. XXIII, pp. 537609. Tomado de George Baudot. “Mallintzin, imagen y discurso de mujer en el primer México Virreinal. Op. Cit.

[34] José Luis Martínez. Hernán Cortés. FCE/UNAM, México, 2015.

[35] Cfr. George Baudot. “Mallintzin, imagen y discurso de mujer en el primer México Virreinal, Op. Cit.

[36] Ibídem.

[37] Ibídem.

[38] Cfr. Bernal Díaz del Castillo. Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Op. Cit. P. 158.

[39] Ibídem. P. 160.

[40] En este apartado, seguimos la tesis de Duverger: según este autor, Cortés  encabezó, desde 1519, en Veracruz, un movimiento independentista. Pidió a su armada lo eligieran gobernante de las “nuevas tierras”: lo hicieron Capitán general. Cortés no se conformaba con la conquista, sino aspiró a gobernar la Nueva España. Y en efecto, en 1522, fue declarado por el Rey,  gobernador y capitán de la Nueva España, sin embargo, por el conflicto con Diego de Velázquez, gobernador de Cuba y Juan Rodríguez de Fonseca, presidente del Consejo de indias, perdió el título de gobernador y no logró convertirse en Virrey. Sus enemigos en la Corte, argumentaban que Cortés no quería la gubernatura, sino una nación independiente. Más tarde, la negociación que tuvo Cortés con el Rey de España, en 1528, le permitió obtener el título de Marquéz del Valle de Oaxaca, según la Real cédula de julio de 1529. Tuvo varios títulos honoríficos, pero la gubernatura no le fue devuelta. Cortés sabía de la riqueza de la Nueva España, superaba a la del reino europeo, por ello, creía en un proyecto de nación mestiza: no quería ser un Rey europeo, sino un híbrido entre la Corona española y el tlatoani mexica.   Cfr. Christian Duverger. Crónica de la eternidad, Op. Cit. y Cfr. México desconocido. Hernán Cortés quiso independizar México para crear un reino mestizo, consultado el 16 de julio de 2021 de https://bit.ly/3rdRDmG

[41] Bernal Díaz del Castillo. Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Op. Cit. P. 159.

[42] Hernán Cortés. Quinta carta de relación: de Hernán Cortés al emperador Carlos quinto, en: Hernán Cortés. Cartas de relación, Porrúa, México 1975.

[43] Decimos que era nahua porque así lo sugiero el Código Chimalpopoca: “…y que se decía que su padre y madre eran de la nación de los mexicanos.” También Camargo, historiador indígena del siglo XVI, dice que Malintzin fue “natural mexicana”. Cfr. Diego Muñoz Camargo. Historia de Tlaxcala, Op. Cit.P. 178.

Preferimos decir que es nahua porque rompe la sola filiación “mexicana” que refiera, para esa época, a los mexicas. En cambio, si decimos nahua, estamos diciendo que pudo pertenecer a otra familia nahua.

Cfr. “Historia de la conquista de México hasta la muerte de Cuauhtémoc con otras noticias sobre las antiguallas de los indios” (prólogo del autor Cristobal del Castillo), en: “Códice Chimalpopoca”, relación anónima, escrita en lengua mexicana”, año de 1558. P. 101.

[44] Cfr. José Luis Martínez. Hernán Cortés. Op. Cit. P. 173.

[45] Manuscrit figuratif acccompagné d’une série d’inscriptions en langue náhuatl. Une feuille, papier européen.  Consultado en la biblioteca digital de Francia.

[46]  José Fernando Ramírez. Proceso de residencia contra Pedro de Alvarado, Impreso por Valdez y redondas, México, 1847. Pp. 290-195.

[47] Cfr. Georges Baudot. México y los albores del discurso colonial, Nueva imagen, México,  1996. P. 317.

[48] Carlos Ometochtzin fue detenido en 1539, procesado por la inquisición, fue acusado por poligamia e idolatría, rápidamente condenado y quemado vivo el 30 de noviembre del mismo año, en presencia del virrey Antonio de Mendoza. Cfr. Cfr. Christian Duverger. Crónica de la eternidad. Op. Cit. P. 102.