miércoles, 8 de mayo de 2013


La DRITTWIRKUNG ante la crisis del Estado liberal de derecho

Ernesto Cera Tecla

En el texto “La eficacia a particulares de los derechos fundamentales…”, el autor, De la Vega, aborda uno de los temas fundamentales del campo de los Derechos humanos. Aborda de manera general los límites de los derechos fundamentales  en el contexto de la crisis del Estado nación, y de manera particular discute la necesidad de proteger los derechos fundamentales más allá de los poderes públicos, es decir, hasta las lesiones derivadas de la acción de los particulares (la doctrina Drittwittwirkung).[1]

Hasta ahora, como dice De la Vega, el Estado liberal de derecho  mantiene el monopolio de un núcleo de derechos (la generalidad de la ley, la igualdad ante la ley y la autonomía de la voluntad). Sin embargo, la generalidad de la ley se desvanece (ante la globalización) porque ahora son los grupos y los intereses corporativos los que determinan qué normas generales para todos los individuos deben prevalecer; la igualdad formal ante la ley se quebranta ante las relaciones de preeminencia: los grupos hacen valer su dominium; la autonomía de la voluntad se ha fragmentado al establecerse relaciones de superioridad y preeminencia en las relaciones sociales, así como la incidencia de los poderes privados en las decisiones políticas y públicas. Esta trilogía ha llevado a los derechos a la cúspide de la pirámide jerárquica. Situación que ha generado, al mismo tiempo,  una confrontación entre el Estado liberal de derecho y el Estado social.[2]

El Estado liberal de derecho actual ha dejado a las personas en la indefensión, deja a las personas dominadas, controladas y dirigidas por los poderes privados. De aquí la necesidad de refrendar los derechos y libertades  más allá del poder del Estado.

El Estado liberal de derecho abrió paso a la Drittwirkung. La doctrina sugiere: si los derechos fundamentales se conciben como derechos públicos subjetivos, entonces es una condición necesaria reconocer eficacia frente a todos, tanto en los poderes públicos como en  los poderes privados.

Por lo anterior, es necesario redefinir política y socialmente al Estado liberal romántico. Durante más de un siglo ha mostrado que la garantía de los derechos y libertades humanas se quedan el discurso político y jurídico. Hoy día, ante los nuevos retos sociales, políticos y económicos, es importante hacer eficaz los derechos fundamentales a través de los poderes públicos como de los privados.

 Ante la globalización económica, resulta indispensable la Drittwirkung para regular jurídicamente al capitalismo corporativo planetario que impone (de facto) las normas en los Estados nacionales. Ni siquiera los organismos públicos internacionales (como la ONU, OMS, entre otros)  han tenido el peso jurídico y político que tienen los poderes privados (OTAN, OCDE, entre otros).
 


[1] DE LA VEGA, García Pedro. La eficacia frente a particulares de los derechos fundamentales (la problemática de la DRITTWIRKUNG), en: Miguel Carbonell (Coord.) (2002). Derechos Fundamentales y Estado., UNAM/Universidad Central de Chile/Universidad Externado de Colombia/Universidad Complutense de Madrid, México 2002. Fecha de consulta: 22 de enero de 2011 de: http://www.bibliojuridica.org/libros/1/340/32.pdf
[2] Véase, ibídem.