La
DRITTWIRKUNG ante la crisis del Estado liberal de derecho
Ernesto Cera Tecla
En el texto “La eficacia a particulares de los
derechos fundamentales…”, el autor, De la Vega, aborda uno de los temas
fundamentales del campo de los Derechos humanos. Aborda de manera general los
límites de los derechos fundamentales en
el contexto de la crisis del Estado nación, y de manera particular discute la
necesidad de proteger los derechos fundamentales más allá de los poderes
públicos, es decir, hasta las lesiones derivadas de la acción de los
particulares (la doctrina Drittwittwirkung).[1]
Hasta ahora, como dice De la Vega, el Estado liberal
de derecho mantiene el monopolio de un
núcleo de derechos (la generalidad de la ley, la igualdad ante la ley y la
autonomía de la voluntad). Sin embargo, la generalidad de la ley se desvanece (ante la globalización) porque
ahora son los grupos y los intereses corporativos los que determinan qué normas
generales para todos los individuos deben prevalecer; la igualdad formal ante la
ley se quebranta ante las relaciones de preeminencia: los grupos hacen
valer su dominium; la autonomía de la voluntad se ha
fragmentado al establecerse relaciones de superioridad y preeminencia en las
relaciones sociales, así como la incidencia de los poderes privados en las
decisiones políticas y públicas. Esta trilogía ha llevado a los derechos a la
cúspide de la pirámide jerárquica. Situación que ha generado, al mismo tiempo, una confrontación entre el Estado liberal de
derecho y el Estado social.[2]
El Estado liberal de derecho actual ha dejado a las
personas en la indefensión, deja a las personas dominadas, controladas y dirigidas por los
poderes privados. De aquí la necesidad de refrendar los derechos y
libertades más allá del poder del Estado.
El Estado liberal de derecho abrió paso a la Drittwirkung. La doctrina sugiere: si
los derechos fundamentales se conciben como derechos públicos subjetivos,
entonces es una condición necesaria reconocer eficacia frente a todos, tanto en los poderes públicos como en los poderes privados.
Por lo anterior, es necesario redefinir política y
socialmente al Estado liberal romántico. Durante más de un siglo ha mostrado
que la garantía de los derechos y libertades humanas se quedan el discurso
político y jurídico. Hoy día, ante los nuevos retos sociales, políticos y
económicos, es importante hacer eficaz los derechos fundamentales a través de
los poderes públicos como de los privados.
Ante la
globalización económica, resulta indispensable la Drittwirkung para regular jurídicamente al capitalismo corporativo
planetario que impone (de facto) las normas en los Estados nacionales. Ni
siquiera los organismos públicos internacionales (como la ONU, OMS, entre
otros) han tenido el peso jurídico y
político que tienen los poderes privados (OTAN, OCDE, entre otros).
[1] DE LA VEGA, García Pedro. La
eficacia frente a particulares de los derechos fundamentales (la problemática
de la DRITTWIRKUNG), en: Miguel Carbonell (Coord.) (2002). Derechos Fundamentales y
Estado., UNAM/Universidad Central de Chile/Universidad
Externado de Colombia/Universidad Complutense de Madrid, México 2002. Fecha de
consulta: 22 de enero de 2011 de:
http://www.bibliojuridica.org/libros/1/340/32.pdf
[2] Véase, ibídem.