lunes, 1 de junio de 2015

El candidato indígena de Tetelcingo a la alcaldía de Cuautla


Ernesto Cera Tecla



En el marco de la crisis de la democracia representativa, el déficit de legitimidad del Instituto Nacional Electoral y el clientelismo de los partidos políticos, aparece por primera vez en la historia contemporánea de Cuautla, un nuevo actor político en la contienda electoral: la participación de un indígena mosiehuale de Tetelcingo: Tirso Clemente. El candidato mosiehuale es postulado por el partido MORENA, lidereado por Andrés Manuel López Obrador. Hasta aquí, excelente. MORENA se ha ganado un voto de confianza al reconocer a un actor político históricamente excluido de la democracia representativa. 



Empero, AMLO (o MORENA) pierde el doble de votos de confianza por haber permitido la imposición del candidato indígena a la alcaldía por uno de los “paleros del gobierno”: Vicente Estrada, fundador del Partido del Trabajo en Cuautla. Y aún más, pierde el triple de votos de confianza cuando pretende ganar la contienda electoral con un candidato indígena-mosiehuale plagado de ideas extravagantes. Veamos algunos ejemplos:



1) En su propuesta educativa plantea “Educación indígena en todas las escuelas”. La Educación intercultural (en el pasado Educación indígena) está orientada exclusivamente a la población indígena, por ejemplo Tetelcingo. La población de Cuautla, con más de 175 mil habitantes no es, según el artículo 2° de la Constitución federal, una población indígena, es más bien, una zona urbana y una ciudad con la necesidad de una educación propia a su composición social y cultural… Además, la Educación dirigida a los Indios de México es la más cuestionada por su casi nula calidad en la enseñanza. 



2) En una de sus presentaciones, difundida por “El sitio informativo” (22-04-2015) plantea que Tetelcingo es un pueblo con sabiduría, pero no una sabiduría de maestrías o doctorados, sino una sabiduría que no alcanza a definir (quizá, una sabiduría de chamanes…) y que los gobernantes tienen una sabiduría de maestrías y doctorados pero que han robado al pueblo. Craso error! Los gobernantes sí han robado, pero nunca han sido ilustrados. Desde el nacimiento del Sistema político autoritario hasta nuestros días, la formación académica de los representantes populares no ha sido un requisito. El presidencialismo no requería de políticos con excelente formación académica para gobernar. Incluso, en el actual sistema político, el analfabetismo funcional es sorprendente: tenemos el ranchero inculto, Vicente Fox y al supuesto lector de la Biblia (pero no de Fuentes), Peña Nieto… 



3) En la misma presentación, difundida por “El sitio informativo”, el candidato indígena expone que el objetivo de su propuesta de gobierno es “Desarrollar a Cuautla”, una idea vaga, ambigua y abierta. ¿Se refiere al Modelo de desarrollo? ¿Al Desarrollo social? ¿Al desarrollo sustentable? Quizá, valga la pena aclarar la ambigüedad de su objetivo. 



En fin, preocupa sobremanera que AMLO (o MORENA) esté jugando, en este proceso electoral, con activistas “paleros del gobierno” y con un candidato indígena que no tienen ni idea qué significa gobernar, con un candidato (mercader del náhuatl) que sólo busca satisfacer, como los demás candidatos, intereses personales y de grupo, pero no los de su mentado pueblo de Tetelcingo, ni los de la Ciudad de Cuautla. ¿Qué pretende AMLO? ¿Qué pretende Vicente Estrada?